Ojalá no entre a tu casa... porque la pitonisa que recibe a la protagonista de esta tan soberbia como extravagante, atrevida, sensacional y extrañísima película, ... afirma que si en tu salón se posa, acontecerá la catástrofe, el cataclismo intuidos por la criatura interpretada por la Seydoux (no la premiaron en Venecia pero sí en justicia en Valladolid) a lo largo de tres trancos u ondas espacio-temporales, el París de 1910, cuando sucedió la Gran Inundación, Los Ángeles 2014, antes de 'The Big One', el terremoto tremendo y 2044 cuando Bonello supone que será posible 'purificar' nuestro ADN para eliminar todo rastro de infelicidad en el mapa genético.

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Yo pondría a 'La Bête-The Beast-La Bestia' cuatro estrellas porque me resulta sorprendentemente dolorosa y hermosísima (esos amantes ahogados que flotan en el agua que ha inundado los bajos de la mansión de ella...), porque me arrebata la dirección de fotografía, obra de alguien tan grande como Josée Deshaies que lo ha sido también de 'La casa de la tolerancia' y de 'Saint Laurent'; porque me alucina el gélido y a la vez ardiente diseño de producción de Katia Wyszkop , quien firmó los de 'Peter von Kant' y 'Benedetta'. Por el inquietante vestuario de Ania Roth, autora del de otras obras tan desasosegantes como '120 battements par minute'. Porque por momentos las hechuras físicas del celuloide mismo, la pigmentación de sus colores y el movimiento casi inapreciable de sus protagonistas mientras la cámara les fija en planos tensos pero casi inmóviles me recuerdan a 'Club Zero', 'El resplandor' o un par de obras de Nicolas Winding Refn. Yo le pondría 4 porque 'The Guardian' le concedió las 5 pero tal vez ustedes no las itiesen porque esperaban una adaptación de Henry James en plan 'Las bostonianas' y nada más lejos...

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