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En Rufus Wainwright (Rhinebeck, Nueva York, 1973) están Elton John, Miley Cirus y Giuseppe Verdi. En él caben tanto la obsesión por el emperador Adriano ... como el fandom por Taylor Swift, y eso es lo que hace de él un infatigable perseguidor del 'anillo dorado' del arte. La suya es la historia de un 'popstar' que quiso escribir una ópera sobre una cantante de ópera fracasada, y fracasó en el intento. La de un icono para la comunidad LGTBIQ+ y la de una estrella de la música que nunca cayó en el mainstream. También la de un adolescente que fue violado en el Hyde Park de Londres y que se vio sumergido en la adicción a la metanfetamina tras la muerte de su madre. Este miércoles, a las 18.30 horas, subirá una vez más al escenario del Kursaal.
– ¿Cómo le trata San Sebastián? Suele venir a la ciudad con bastante frecuencia.
– Sí, San Sebastián ha sido uno de mis lugares favoritos para hacer parada en el mundo y estoy feliz de volver. Desde la última visita todo ha sido increíblemente intenso. Estuve ensayando y escribiendo muchas canciones para un musical llamado 'Opening Night', que estrené en Londres y que, digamos, fue muy controvertido. Y justo después de eso, estuve en París y estrené mi 'Dream Réquiem' con la Orquesta de la Francia, un coro y una cantante de ópera. De hecho, también participó en la producción la gran Meryl Streep como narradora. Fue un gran éxito y, de hecho, llegará a España bastante pronto. No he hecho más que trabajar y trabajar y trabajar.
– En el Kursaal estuvo hace apenas dos años, ahora viene con 'Folkocracy', solo con su voz y su piano, y a un festival de jazz. ¿Siempre le han gustado los nuevos retos?
– Sí, no rehúyo a las masas. Pero bueno, no será un repaso de las canciones de 'Folkocracy', habrá un par, pero habrá muchas canciones de otros momentos de mi carrera, también de algunas de mis óperas y de mis musicales, como 'Opening Night'. Así que es toda una mezcla. En realidad, es un espectáculo completamente nuevo.
Cartel: Rufus Wainwright
Día y hora: Este miércoles, a las 18.30 horas.
Lugar: Kursaal.
Entradas: 50 euros
– En este álbum desempolva sus viejos vinilos y versiona la música de su infancia. ¿Echar la vista atrás le ha traído solo buenos recuerdos o también demonios?
– Creo que ya sea en la experiencia de grabar 'Folkocracy', como en la de 'Opening Night' o 'Dream Réquiem' siempre estoy investigando todas las diferentes junglas de mi mundo, mi pasado, mi presente e incluso mi futuro. Y sí, hay mucha alegría, hay mucha emoción, hay mucha victoria, pero también hay muchos demonios, como bien dices. Y puede ser complicado porque, sí, el mundo es... realmente tienes que llevarte el paquete completo. Aceptar lo bueno y lo malo, aunque a veces pueda ser bastante difícil.
– ¿Y cuál es el secreto de imprimir su alma a una versión?
– Creo que en mí hay dos mitades. Está Rufus, la persona; y luego está Rufus, la voz, que es algo totalmente separado de mí. Afortunadamente, cada vez que mi voz se hace cargo de una canción, naturalmente la convierte en una canción de Rufus Wainwright. No sé cómo funciona. Mi voz tiene una tendencia a transformar realmente la música en algo muy parecido a sí misma. No lo sé, en realidad, es un misterio.
– Su música es barroca, pop de cámara, del Great American Songbook... ¿Nunca pensó en abandonar la escena alternativa en busca del éxito masivo?
– En realidad, no. Quiero decir, de vez en cuando también compongo canciones pop porque escucho mucho pop. De hecho varias veces he intentado sentarme en una habitación y crear algo que sea un éxito en las listas, pero eso es realmente difícil de hacer. Lo primero que aprendí es que es un arte total en sí mismo y por eso siento una gran iración por quien hace pop, porque tienes que ser muy disciplinado y estricto con la fórmula y muy… ¿Cómo decirlo? Muy crítico con lo que haces. iro el pop de una manera extraña.
– A los 13 años ya actuaba con su familia, pero me sorprende que a esa edad se enamorara para siempre de la ópera. ¿Habría escuchado a Verdi o a Wagner de haber nacido hoy en día?
– Probablemente lo haría, sólo porque creo que es algo que te elige a ti. Tú no eliges la ópera, ¿sabes? La ópera es algo que cuando la escuché y entendí por primera vez, fue como si hubiera contraído algún tipo de virus o enfermedad terminal. Creo que tengo algún tipo de estructura molecular o algo así en mi cuerpo que hace que me encante la ópera.
– Poco después de su concierto en Donostia en 2012 decidió apartarse de la música un tiempo. ¿Qué necesitaba en aquellos diez años de silencio?
– Principalmente escribir ópera, ¿sabes? Estaba buscando el anillo de oro del arte, así que decidí que tenía que concentrarme en mi presa. Para poder atacarla y matarla. Y eso requiere dedicación y una estrategia: un sentido de guerra. Así que perseguí lo que más quería y me puse a trabajar.
– Hoy es un icono para la comunidad LGTBIQ+, ¿quién lo fue para usted?
– ¿Sabes qué? Mi gran influencia fue español y realmente fue un icono y sigue siendo un icono: es Pedro Almodóvar. Sus películas me impactaron seriamente cuando era joven, porque surgió en mí la idea de ser una persona gay, vivir mi homosexualidad y tener esta vida fabulosa. Lo hizo muy emocionante, hermoso y significativo. Y algo tan sexy. Diría que, en muchos sentidos, a Pedro Almodóvar le debo mucho.
– Cumplir 50 años y ser padre cambió su forma de ver la vida. ¿Cómo encaja eso con el día a día en carretera?
– Ahora estamos en plena gira, pero mi idea es ver a mi hija al final del verano cuando vayamos de camping al norte del estado de Nueva York. Pasaremos un tiempo juntos, antes de que empiecen las clases porque luego comparto la custodia con su madre. Así que tendré que estar viajando a Los Ángeles cada dos semanas. Es por eso que no salgo de gira más de una semana al año, así puedo ir y venir a L.A. durante el año escolar. Es muy difícil pero tiene 13 años y, cuando te quieras dar cuenta, cumplirá 31. Todo va tan rápido…
– ¿Y cómo lleva ella que su padre sea un artista famoso en todo el mundo?
– Ella ahora mismo está más interesada en... bueno, lo que sea. Hace poco conocí a Taylor Swift en los Grammy y pude sacarme una foto con ella. Se la envié a mi hija y parece que eso la impresionó un poco. Pero bueno, lo lleva bien, sabe de qué va esto desde el principio, es la vida con la que creció.
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