Ocho combates en el frontón

Como todos los años desde la década de los 50 del siglo XX. En el frontón Beti Alai. Ocho combates sin parangón. Seis luchas olímpicas (amateurs). Dos de ellas de categoría femenina. Más dos profesionales. De las buenas. De las con proyección hacia el futuro. Ocho peleas en un territorio donde se huele, se masca y se practica el noble arte del deporte de los puños. No por nada hace no tanto que se creó el Ordiziako Punch Boxing Taldea. Tienen el gimnasio cerrado hasta septiembre pero lo último que subieron a Facebook fue una frase contundente: «Si vas a tirar la toalla que sea en la playa». El Punch está formando a los campeones comarcales y mantiene relaciones de amistad con el Beasain Gerriko Boxing Kluba creado en 2017.

Seis combates olímpicos, amateurs, no profesionales. La diferencia con los que dirimirán Fran Mendoza contra Eddy López y Jon Jader contra Altamirano no está tanto en la entrega (total en todos) como en la duración de los desafíos. Fran deberá puntuar y resistir durante seis asaltos de cuatro minutos, mientras que el bilbaíno nacido en Palmira, Colombia, habrá de buscar el K.O. del 'nica' a lo largo de cuatro rounds de tres minutos. Por contra, los doce boxeadores amateurs habrán de bailar como una mariposa y picar como una avispa en tres asaltos de tres minutos.

La diferencia está también en la protección de las manos de los luchadores. El viernes Jon dejará de utilizar los guantes acolchados y la venda elástica de medida standar propios de la categoría olímpica. Este 19 de julio, hijo de un gran combatiente de K1 que dirigió a su chaval hacia el boxeo, se ajustará por primera vez ante el público los guantes pequeños y el vendaje duro que simbolizan el estatus de profesional. Y eso, reconoce en charla telefónica desde Otxarkoaga, entre el gimnasio y su lugar de trabajo, le emociona realmente.

Todo amateur susurra las palabras 'guante pequeño, vendaje duro' como un mantra cuando da el salto al boxeo de pago. Y sueña con las gasas, el esparadrapo y la cuerda. Ha aprendido ya que un mal vendaje lesiona las manos. Y uno bueno las convierte en un arma contundente. El bueno refuerza los ligamentos de los dedos y de la muñeca ante los choques de baja frecuencia cuando se conecta el golpe, mientras que el guante pequeño y bien calado detiene las vibraciones de alta frecuencia.

Todo eso le sugestiona a Jon en su asalto del ring de Ordizia. Se tiene el bilbaíno que llegó de América con cinco años por púgil valiente, bueno en la defensa pero listo siempre para el ataque. El Beti Alai le hace soñar con la gloria pero no le ciega: es el comienzo de algo más grande. Y más difícil. Entre sus púgiles irados, Andoni Gago, el vizcaíno campeón de Europa de los pluma, y Roy Jones, un peso pesado de Florida actor y rapero que en los 90 fue nombrado 'Luchador de la Década' por la Asociación de Escritores de Boxeo de América. El golpe mágico de Jon, que entrena por Bolueta, es el 'jab' izquierdo pero también resulta terrible en su gancho al hígado.

Alazne comenzó a hacer sombras y guantes con José Luis Celaya, un entrenador historiado y con muchos campeones entre las doce cuerdas de su gimnasio, allá por 2015. Ante el horror de parte de su familia que ahora la sigue allá donde pelee. Ese mismo año logró el bronce en la categoría del peso pluma. En los campeonatos de España. Aprendió a no ser demasiado impulsiva sobre la lona. Aprendió a pensar el golpe. El asalto. A escuchar las indicaciones que su entrenador le daba desde el rincón. Durmió a veces en la misma habitación de hotel que su rival en el cuadrilátero porque la pelea es ahí arriba y la amistad se estrecha abajo del ring. Alazne se fue de Erasmus a Italia. El mismo día de su llegada encontró gimnasio. El primer día de la semana ya estaba saltando a la cuerda y cruzando guantes con alguna que otra sparring. Vuelve a pelear ahora. En Ordizia. Sabe que su rival, Katherine, es de mayor envergadura, más fuerte. Hace un tiempo le disputó a Patricia Yubero el campeonato de Bizkaia de los super welter. Conoce Alazne el ambiente del Beti Alai. Hace unos veranos se enfrentó aquí a la temible 'Anita Dinamita'. Y no sucumbió.

Mientras, Mendoza es de familia de boxeadores y, según Celaya, uno de sus entrenadores (el otro es Andoni Alonso), está adquiriendo una base física impresionante y una técnica importante. Se ha adaptado rápido a la categoría profesional, le pesa bien la mano y acomete combates espectaculares. En el último noqueó a su rival, el venezolano Dionis Martínez, un pegador con experiencia, enVitoria, fue un K.O fulminante en el tercer round. Sin embargo, Fran prefiere ganar a los puntos, demostrando a la afición y a los jueces que hay boxeo del bueno. En sus puños.