El zegamarra Mattin Iñíguez desafía a los Alpes en la Red Bull X-Alps

Iñíguez, que reside en Vitoria, es un apasionado del alpinismo y la montaña que hace diez años se inició en el parapente, especializándose en vuelos de montaña y largas distancias. En sus inicios formó parte del grupo de Jóvenes Alpinistas de la Federación Vasca de Montaña y ha completado la travesía en solitario del Pirineo, la travesía de los Alpes en vuelo vivac y el sobrevuelo del Glaciar del Baltoro en Pakistán, entre otras aventuras. Una de sus grandes hazañas fue el establecimiento el 2 de mayo de 2024 del récord de distancia en el Pirineo con un vuelo de 300 kilómetros entre Pamplona y Organyà (Lleida), lo que le dio repercusión a nivel internacional.

Sin embargo, el handicap de este aventurero guipuzcoano es que apenas tiene experiencia en este tipo de competiciones. En 2024 era uno de los favoritos para participar en la X-Pyr, una prueba considerada la hermana pequeña de esta Red Bull X-Alps, pero un accidente le impidió participar por lo que llega a esta cita con más ganas de nunca.

«No ha sido fácil dar el paso después de la experiencia preparando la X-Pyr, pero la oportunidad de vivir semejante aventura no se tiene todos los días», ha comentado. «Creo que es la aventura más exigente que puedo afrontar y una oportunidad increíble para explorar mis límites», ha añadido el zegamarra, que hace unas semanas ha estado entrenando en los Alpes para preparar su participación con el objetivo de «darlo todo y disfrutar de paisajes y vuelos increíbles. Llegar a cruzar la línea de meta sería un sueño hecho realidad en una prueba tan exigente».

Efectivamente la exigencia es enorme. Los participantes se adentrarán en la cordillera, llegando hasta la estación de Les 2 Alpes, y cruzarán la cadena principal de los Alpes cuatro veces. La ruta sigue una figura en ocho, con un punto intermedio en la estación suiza de St. Moritz. Como novedad, este año la carrera incorpora tres vías ferratas obligatorias: Toblinger Knoten en los Dolomitas (1.300 m.), la Heini Holzer, (500 m.) y una tercera en la ladera sur del Mont Blanc (100 m.).

En esta prueba los deportistas vuelan en parapente hasta 150 kilómetros al día, acumulando alrededor de 4.000 metros de desnivel positivo en sus travesías de hasta 100 kilómetros. Los atletas compiten de 5.00 a 22.00, pero solo pueden volar durante el día, de 6.00 a 21.00. Durante la noche hay un período de descanso obligatorio en el que los atletas no pueden moverse de su ubicación. Sin embargo, cada uno cuenta con un 'Pase Nocturno', que les permite romper el toque de queda una vez. La resistencia, la estrategia y el tiempo son aspectos decisivos.