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Adegi realizó este jueves una defensa de los beneficios de las empresas como sostén del Estado de bienestar. La patronal guipuzcoana, que celebró su asamblea ... anual en Fabrika, reivindicó un «gran pacto de país» con las instituciones para impulsar la competitividad de las compañías, en particular las del ámbito industrial, que son las que más están sufriendo en la actualidad debido a una coyuntura marcada por la incertidumbre.
En un bello día soleado, Fabrika reunió a lo más granado del empresariado guipuzcoano y vasco, y también a altos cargos institucionales. La diputada general de Gipuzkoa, Eider Mendoza; el Vicelehendakari Segundo y Consejero de Economía, Trabajo y Empleo, Mikel Torres, y los expresidentes de Adegi Eduardo Junkera, Pello Guibelalde y Eduardo Zubiaurre presidieron, junto a los actuales presidentes de las patronales de Gipuzkoa, Bizkaia y Álava, la gala celebrada en el interior de las instalaciones. La jornada sirvió también para que Adegi entregara sus premios anuales en el Día de la Empresa, que este año han recaído en Sade (Arraigo), Campezo (Empresa Sostenible), Zerbimek (Nueva Empresa de Gipuzkoa) y Jaz Zubiaurre (Transición Cultural).
La presidenta de Adegi reivindicó en su discurso el papel de las compañías como generadoras de empleo, riqueza y recursos esenciales para sostener los servicios públicos. «Unas empresas más competitivas generan más ingresos y mayores beneficios. Sí, no habéis oído mal. Lo decimos sin tapujos. Mayores beneficios, imprescindibles para seguir invirtiendo, adquiriendo tamaño, generando empleo de calidad y garantizando la recaudación. Unas empresas más competitivas, con mayores beneficios, generan un atractivo adicional para atraer inversiones, talento, nuevas vocaciones y para arraigar nuestros proyectos empresariales», dijo.
Isabel Busto
Presidenta de Adegi
El mensaje, el de no demonizar las ganancias como mecanismo para garantizar el progreso y la riqueza, llega apenas unas semanas después de que los tres territorios forales hayan aprobado una reforma fiscal que eleva la presión tributaria en el impuesto de Sociedades a las empresas que obtengan beneficios extraordinarios y no mantengan o creen empleo. Si desde la Diputación foral y su departamento de Hacienda se muestran convencidos de que la reforma no perjudica a la competitividad de las compañías, desde la patronal se han mostrado en contra de esta postura. En especial, «del relato en contra de los beneficios». Y no hay que olvidar un contexto similar en el Estado con la implantación de los impuestos a la energía y a la banca que han soliviantado la relación entre el Ejecutivo Sánchez y las grandes cotizadas del país.
Por eso, Busto defendió la necesidad de construir una narrativa social que no penalice a la empresa, sino que la valore como un actor esencial del progreso común. «Transmitir mensajes que desincentiven su actividad solo genera desánimo, incertidumbre y frena el crecimiento económico», advirtió.
La presidenta de Adegi también subrayó que las empresas vascas generan el «70% del PIB de Euskadi» y que su contribución fiscal equivale «al 94% del presupuesto social del Gobierno Vasco», financiando áreas clave como sanidad, educación, infraestructuras o empleo. «Las empresas sostienen el Estado del Bienestar que disfrutamos. Debemos decirlo sin complejos», señaló.
Además de esta defensa del valor social de la empresa, Busto analizó la coyuntura actual y advirtió sobre los retos que amenazan la competitividad del tejido industrial, especialmente en un momento de desaceleración global y tensiones comerciales. «Los aranceles de Estados Unidos están aumentando la incertidumbre económica y frenando el comercio global», denunció, si bien aclaró que habrá que permanecer vigilantes a la última hora proveniente del otro lado del charco, ya que su Tribunal de Comercio ha bloqueado los gravámenes al considerar que Donald Trump se ha extralimitado en sus competencias.
En ese sentido, pidió evitar una visión cortoplacista y reclamó una estrategia colectiva a largo plazo. «No podemos guiarnos por la inmediatez de las ocurrencias de terceros. Debemos accionar las luces largas y construir con perspectiva», afirmó.
La diputada general, Eider Mendoza, por su parte, subrayó la importancia de valores fundamentales como «el trabajo, el esfuerzo y el compromiso colectivo» para asegurar la competitividad empresarial en un entorno global marcado por la inestabilidad. Además, destacó cuatro valores a su juicio esenciales para salir adelante frente a los desafíos del presente y el futuro: «la cultura del trabajo y el esfuerzo, la innovación, un ecosistema de cooperación y, finalmente, las personas».
Mendoza, que cerró la asamblea con su intervención de diez minutos, recordó que Gipuzkoa ha desarrollado en los últimos años «muchos programas que despiertan ilusión, pensando en el futuro de la industria y de nuestra gente. Todo esto lo hemos conseguido porque tenemos un tejido empresarial comprometido con nuestro territorio. Pero los éxitos de ayer no garantizan los de mañana. Y en este contexto tan cambiante, debemos seguir trabajando juntos y con ilusión. Aquí no hay milagros. Sólo trabajo, trabajo y trabajo».
Los premios
Sade, Sociedad Anónima de Deportes y Espectáculos, que cumple en 2025 su centenario, recibió la primera edición del premio al Arraigo, que reconoce y pone en valor en el imaginario colectivo a la empresa arraigada, aquella con visión a largo plazo. José Ramon Aramendi, Esteban Basterretxea y Ane Zaldua recogieron el trofeo.
Campezo, del sector de la construcción, fue galardonada con la cuarta edición del premio a la Empresa de Desarrollo Sostenible, que busca reconocer a las compañías del territorio que hacen una apuesta decidida por la sostenibilidad. «La sostenibilidad no es una moda, tampoco una ideología», defendieron sus responsables.
Los premios
Zerbimek, del sector del mecanizado industrial, recogió la décima edición del premio a la Nueva Empresa de Gipuzkoa. Alain Vivas, director general subió al atril para recoger el premio y se mostró muy agradecido por que la patronal Adegi premiara la trayectoria de esta firma del sector industrial, en Arrasate, «poco habitual en las 'start up'».
Jaz Zubiaurre, empresa radicada en Eibar, referentes en cepillería metálica, recogió el cuarto premio: el galardón a la Transición Cultural. Es decir, aquellas empresas que están iniciando un nuevo camino para adaptar su cultura. «Somos una organización efectiva, afectiva y adaptativa», pronunció su director general, Ander Guinea.
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