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La visión de los sindicatos difiere notablemente de la oficial tras estos dos años de andadura. Pello Igeregi, responsable de Negociación Colectiva de ELA, considera ... el balance «decepcionante. Se ha aplicado en algunas pocas empresas; en demasiadas se han instalado sistemas no controlables que se pueden manipular, con lo cual no es efectivo a la hora de calcular las horas extraordinarias».
A ello se añade, según Igeregi, que las sanciones son tan irrisorias, como advirtieron en un principio, que «sale más a cuenta pagar la multa que las horas extraordinarias». Apunta además que la pandemia ha puesto en evidencia que el sistema no está preparado para controlar el teletrabajo. «No hay previsión de registros telemáticos en la mayoría de las empresas». Y añade que «ha habido denuncias de que se estaban metiendo más horas de las correspondientes».
Raúl Arza, secretario general de UGT-Euskadi, incide también en las dificultades para controlar el cumplimiento de la normativa. Al respecto, explica que desde su puesta en marcha denunciaron que «allí donde no hay sindicatos no está garantizado que se cumpla». Recuerda que en la mitad de las empresas no hay presencia sindical, bien porque no les corresponde o porque pudiendo no lo tienen, lo que dificulta el control.
«No hacemos nada poniendo normativas si luego no se controlan. Pasa con el control horario, con los planes de igualdad o con los de prevención de riesgos laborales». Apunta que en las empresas industriales es más difícil el incumplimiento, pero que en otras, como aquellas en las que hay mucho trabajo parcial, se limitan a un cumplimiento estrictamente normativo y es más fácil que haya fraude en la contratación.
A su entender, la solución pasa por arbitrar normas para que el sindicato pueda llegar a las empresas, como con la creación de la figura del delegado territorial, además de reforzar la Inspección de Trabajo, que es clave.
Una cuestión en la que también incide ELA, que reclama desde hace años 100 inspectores más para llegar a la media europea. «Están saturados; no tienen medios suficientes», recalca.
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