La apertura de la estación provisional de Atotxa obliga a dividir la parada de taxis

«Perdone, pero el lunes vendré con el tiempo justo para coger el tren hacia Irun y ¿por dónde tendré que entrar?». «Por Tabakalera», le responde el guarda de seguridad de Adif a una joven preocupada en un andén de la estación del Norte, en Atotxa, por no llegar tarde a trabajar la próxima semana, cuando se cierre la actual ubicación y se abra la provisional que funcionará hasta 2024. «¿Estará abierto el paso subterráneo?», inquiere la chica. «No, deberá dar toda la vuelta por la pasarela exterior», contesta el vigilante, que parece la ventanilla de información. En cinco minutos le abordan cuatro s. «¿Dónde debo pasar la Mugi?», le requiere un hombre al comprobar que ya han desmontado los tornos para su traslado a la nueva estación. «¡Ah! ¿Van a cambiar la estación?», se sorprenden dos vecinas del Goierri cuando tratamos de calibrar su nivel de conocimiento de la obra. «No te creas, que todo lo que sabemos es por la prensa y lo que se cotillea», afirma un empleado de la estación.

Hasta el propio Ayuntamiento se ha enterado «casi por la prensa» de que este lunes se cerrará la actual estación de Renfe y se reabrirá la otra, según apuntan fuentes municipales autorizadas. «Nos ha sorprendido la premura del día 28», añaden. Tanto que ayer al mediodía aún andaban ultimando soluciones a las vicisitudes que entraña el trasvase. Una de ellas es la ubicación definitiva de la parada de taxis, que se va a desdoblar. La actual, que desde el lunes daría servicio principalmente a s del bus, se va a eliminar, dado que su espacio será ocupado por el perímetro de obra para el derribo de la actual estación. Será trasladada a la acera de enfrente, cerca de la sede del Colegio Oficial de Médicos de Gipuzkoa, donde ayer había varias vallas impidiendo el aparcamiento. Se debe detallar qué hacer con el acotado de motos, con la carga y descarga y los contenedores.

La otra parada de taxis estará «lo más cerca posible» del por Tabakalera. Se respetará la parada de Dbus, pero luego hay varios contenedores, dos plazas de minusválidos, y otras de aparcamiento ayer precintadas. «Nadie nos ha dicho nada», coincidían al mediodía los seis taxistas de varias empresas consultados en la parada. «Lo lógico es que haya dos paradas, aunque sobre todo trabajamos con clientes de autobuses, salvo cuando llega un tren de larga distancia», precisaban.

La estación del Norte está repleta de folios en los que se informa de que «dejará de prestar servicio» desde el lunes, pero «la gente ni se fija», observaba ayer personal de la instalación, donde ya se han retirado las máquinas de venta de billetes para instalarlas en la nueva ubicación, así como las vallas que dirigían a los pasajeros a los tornos. «Si antes se colaba gente saltando la valla, imagina ahora», decía un trabajador.

En la nueva ubicación, un ejército de trabajadores se empleaba a destajo: fontaneros en los baños, electricistas en los ascensores, albañiles en las escaleras –que luego se sustituirán por unas mecánicas–, encofradores haciendo la rampa del andén... Un empleado de Adif aseguraba que «para el lunes estará todo listo, seguro».

Lo que no llegarán a tiempo son los dos comercios de la estación, el de cafés y prensa y el de dulces y aperitivos –que irán frente a las ventanillas de venta–, ya que «no han hecho a tiempo la documentación». Dudan que puedan abrir en toda la semana, lo que dejará unos días a los s sin la opción de recargar la tarjeta Mugi.

El estanco –improvisado punto de información– desaparecerá al no poder expenderse tabaco en la estación –este escollo se superaba ahora al tener entrada desde la calle–. Prevé su traslado al otro lado del puente de María Cristina, en la calle Alfonso VIII, si el Comisionado para el Mercado de Tabacos da el visto bueno.