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PATRICIA RODRÍGUEZ
Martes, 22 de noviembre 2022, 07:19
Llega el Black Friday... o no. Los comercios guipuzcoanos se preparan para la campaña navideña sumándose a los descuentos que tradicionalmente trae este viernes negro, aunque hay otros que se resisten a esta costumbre importada por las multinacionales norteamericanas en defensa del comercio local. En los escaparates ya se empiezan a ver los carteles que anuncian suculentos descuentos, hasta del 70%; también carteles de protesta de '#No_blackfriday'. En lo que sí coinciden todos los comerciantes en bloque es en que «el bolsillo está más resentido, la gente se lo piensa más», que los costes energéticos y de fabricación «se han disparado», «cada vez hay menos margen de beneficio» para un comercio que sigue 'tocado' tras los años de pandemia y que afronta la campaña de Navidad con incertidumbre –las previsiones de contratación en Euskadi para este periodo han bajado un 17,7% con respecto al año pasado–.
En el escaparate de Sastrería Aldabaldetreku un cartel anuncia la 'Semana Fantástica', con rebajas de hasta el 20%. «Siempre hacemos estos descuentos en algunas prendas coincidiendo con el Black Friday. Este año empezamos la semana pasada y los dejaremos hasta el 7 de enero», explica Irma Aldabaldetreku, responsable de este comercio ubicado en el barrio donostiarra de Gros. A la hora de valorar si compensa o no ofrecer estos descuentos, Irma afirma que tampoco tiene mucha posibilidad de elección. «No nos queda otra, sobre todo este año que los márgenes son más pequeños porque los costes han subido, pero tenemos que vender», zanja. Fuera, la lluvia arrecia y las tiendas se encuentran semivacías. «Está todo muy parado. Hemos tenido días en octubre de no entrar la gente y te preocupas. El verano fue muy bien porque estamos muy enfocados en ceremonias y tras dos años muy malos empezamos a remontar; luego paró con el buen tiempo y ahora que ha empezado la lluvia, aunque tampoco es una alegría, se nota más movimiento», si bien no sabe si achacarlo a la meteorología o a los descuentos. «Lo que sí hemos notado es que el tema de los bonos nos ayudó, se agotaron en día y medio», síntoma de que «la gente mira más el bolsillo y está guardando, espero, para Navidad», comenta Irma, que dice ser «positiva».
En la tienda de bicicletas y complementos Miner aún no han decidido qué tipo de descuentos van a aplicar este próximo viernes, aunque tienen claro que «sólo haremos un día. Habrá que ver qué sacamos en promoción», comenta sin mucho convencimiento Bea Peña, responsable del negocio. Hace cinco años que no se sumaban al Black Friday, «no somos muy partidarios» pero han acabado pasando por el aro. «Al final ves que todo el mundo está metido y no queda otra», afirma resignada, porque «lo que has vendido ese día no lo vendes después, es como un avance de la Navidad». El incremento de costes y la inflación tampoco están ayudando a menear las ventas. «La cosa está muy rara y se nota el bolsillo más resentido. Sí que el verano fue un 'boom', la venta de bicicletas fue lo nunca visto, pero la ropa, nada; hasta que ha llegado la lluvia y todo el mundo, a comprar txamarras».
'#No_blackfriday', 'Nosotros no inflamos los precios', 'El black friday ahoga al pequeño comercio'. Estos tres carteles colocados en la entrada de la tienda Leize del barrio de Gros dejan claro el rechazo rotundo a esta «moda importada» de grandes multinacionales contra las que «es muy difícil competir. Nuestros precios son muy ajustados durante todo el año y nos repercute mucho». Según explica la dependienta Amaia Galán, «hicimos Black Friday unos años, durante un día solo y con prendas al 20% de descuento, pero desde hace dos años hemos dejado de hacer porque al final no merece la pena. Vimos que los días anteriores y posteriores estábamos de brazos cruzados porque la gente esperaba a ese día».
Galán explica que la clientela «lo ha entendido y hay quien nos dice que le parece muy bien. Así que quien quiera rebajas tendrá que esperar al 7 de enero, cuando empieza el periodo oficial. Esperemos que vaya bien la campaña de navidades aunque se nota menos alegría en el consumidor, se miran más las etiquetas y el ticket medio ha bajado».
«¿La campaña de Navidad? Va a ser durita. Este año las ventas van más lentas», comenta María Villar desde la tienda de juguetes Afede de Gros. Si a eso se le añade «el coste de las facturas, que se han triplicado, los gastos, el Ticket Bai, la contratación de personal para esta campaña.... te desbarata toda la cuenta» de resultados.
Arrancaron con los descuentos –la mayoría desde el 50% hasta el 74%– el pasado 16 de noviembre y los mantendrán hasta el próximo 10 de diciembre. «Con la llegada del Black Friday hemos aprovechado para incluir algunos productos rebajados que no estaban en el catálogo», explica esta responsable, que ve cómo la gente «no quiere más que chollos».
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