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Un juzgado de San Sebastián ha condenado a nueve meses de prisión a un residente en el barrio donostiarra de Amara que hace dos ... años mantuvo en vilo a los vecinos de una avenida, después de que se liase a disparar con una pistola detonadora. La resolución se ha dictado de conformidad y en la misma el magistrado Santiago Romero, titular del Juzgado de lo Penal número 2 de la capital, le aplica la atenuante por «anomalía psíquica».
Los hechos objeto de este proceso tuvieron lugar la noche del 22 de noviembre de 2017. Fue una madrugada realmente movida la que entonces vivieron los vecinos de la avenida Felipe IV.
Todo empezó en torno a la media noche, a la altura del portal número 4 de la citada calle, donde los vecinos escucharon varias detonaciones que desde el primer momento identificaron como disparos.
La situación generó gran inquietud entre el reducido número de personas que a esas horas se encontraban en la populosa calle. Los testigos descubrieron la presencia de una persona que portaba en una de sus manos una pistola de color negro. Era un varón y parecía que estaba bebido, dijeron entonces los vecinos. Esta situación se mantuvo durante diez minutos aproximadamente hasta que finalmente el hombre entró en un portal.
Al lugar acudieron efectivos de la Ertzaintza así como alguna patrulla de la Guardia Municipal donostiarra. Los testigos recordaron que en los instantes posteriores se vivieron momentos no exentos de tensión. Indicaron que se escuchaban voces que decían: «Tengo a uno». Y también cómo le gritaban a otro: «Tira la pistola al suelo». Reinaba la confusión.
El despliegue policial fue amplio y en el mismo intervinieron entre veinte y treinta agentes. Los efectivos policiales desconocían en esos instantes si la pistola que había esgrimido el individuo era real o solo detonante, como posteriormente se comprobó. El operativo obligó a cortar la calle desde la Plaza de Irun hasta el parque Aitzol.
La investigación condujo a los agentes hasta una vivienda en la que el sospechoso se había encerrado. Ante la situación que se generó, los policías presentes en el lugar demandaron la presencia de efectivos de la Unidad de Intervención de la Er-tzaintza. Especialistas de este grupo, entre los que se encontraba un experto en negociar en situaciones extremas, mantuvieron o con el sospechoso. Tras varias conversaciones, el presunto autor de los disparos autorizó su entrada a la casa.
El protagonista del incidente fue finalmente detenido por los agentes. Se le imputó un delito de desobediencia. Eran ya las 4.30 horas. Fuentes consultadas indicaron que el arrestado padece un tipo de trastorno de la personalidad y hacía poco tiempo que había abandonado un centro de salud mental.
En el lugar de los hechos, los agentes de la Policía hallaron dos casquillos percutidos provenientes de la pistola detonante. Algunos vecinos, no obstante, dijeron haber escuchado entre cinco y seis disparos.
Los residentes en la citada calle no pudieron evitar recordar otro incidente con disparos ocurrido en 2012, en la sucursal que La Caixa tenía en el número 9. Entonces, dos individuos armados accedieron al interior de la entidad con el propósito de perpetrar un atraco. En el desarrollo de los acontecimientos perdió la vida uno de los asaltantes por disparos de un policía.
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