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«Parece que nos quieren echar de todas las carreteras y aquí nadie nos llama para pedirnos opinión». El sector del transporte por carretera ... que opera en el País Vasco y Navarra muestra su enfado por la deriva que está tomando la petición de más seguridad en la N-121-A y que ha llevado a que algunos s y partidos políticos planteen limitar el paso de camiones por esta vía como medida para reducir la siniestralidad. La petición de acciones urgentes por parte de los padres de las últimas víctimas mortales -el donostiarra Mikel Manzano y su amigo Xabier Taberna- en esta transitada carretera que une Pamplona con Behobia ha reabierto el debate, aunque hasta la fecha han escaseado las opiniones de las asociaciones y sindicatos de transportistas, que sí se están viendo «demonizados» en algunas propuestas «que plantean sacarnos de la vía».
La N-121-A es utilizada a diario por cerca de 3.000 camiones. «Pero no la usamos para pasear, lo hacemos para ofrecer un servicio que nos solicita toda la sociedad», advierte el portavoz del sindicato Hiru, Victor Galarza. Los transportistas, explica, se han encontrado «en el centro de la discusión» tras el último accidente mortal con dos víctimas jóvenes «en el que no hemos tenido nada que ver. Es una tragedia que dos chavales hayan perdido la vida en este accidente, pero no tenemos que buscar culpables, sino soluciones y mejoras».
Victor Galarza, Sindicato Hiru
El presidente de la Asociación Navarra de Empresarios de Transporte por Carretera y Logística (ANET), Miguel Suárez, también se lamentaba hace unos días a través de una carta pública de que se volviera a «criminalizar» al sector y recordaba que no era real que la mayoría de los accidentes los causara el camión. «No podemos culpar al vehículo pesado por considerar que es un vehículo al que adelantar y por ello aumenta el riesgo», resumía Suárez.
Pero algunas soluciones que en las últimas horas se están planteando en el Parlamento navarro caminan en dirección opuesta a las preocupaciones de los transportistas. Geroa Bai, por ejemplo, ha registrado una moción en la que insta a que el Gobierno foral, a través de sus servicios jurídicos, estudie las posibles medidas a tomar para restringir o limitar la circulación de vehículos pesados por la N-121-A, con el objetivo «de aumentar la seguridad y rebajar la siniestralidad de dicha vía». La parlamentaria Blanca Regúlez señaló que esa limitación es una medida «muy demandada por s y ayuntamientos» y añadió que la densidad del tráfico y alto número de vehículos pesados, unido a una orografía difícil, hace que la circulación por esta vía sea complicada y los accidentes sean elevados.
Mario Palacios, Guitrans
Los transportistas se lamentan de que los mensajes giren, sobre todo, en torno a la densidad del tráfico y no se fijen en otro factor «decisivo» en la siniestralidad: la velocidad. «¿Por qué no se ponen más radares o se limita más la velocidad?», se pregunta Victor Galarza, de Hiru. El portavoz del sindicato recuerda que en Euskadi y Navarra hay otras vías con orografía compleja y tan peligrosas o más que la N-121-A. Por eso reclama «que se ponga el foco en la velocidad. En esta vía todo el mundo va demasiado rápido», denuncia.
Tanto sindicatos del transporte como las propias patronales son favorables a la implantación de más radares en la vía para controlar la velocidad de los vehículos y rechazan la versión que sitúa a los camiones como uno de los factores relevantes en la siniestralidad de la vía. «En la N-121-A el 30% del tráfico es pesado. En Euskadi, por ejemplo, solo en el 12% de los accidentes está implicado un camión», expone el presidente de Guitrans, Mario Palacios. Con esos datos quiere aclarar que «no es cierto que el tránsito de camiones provoque más accidentes. Detrás de estos choques frontales hay despistes y errores humanos».
Mario Suárez, ANET
Palacios se fija también en el accidente mortal que ha desencadenado esta campaña en la que familiares de las víctimas, alcaldes de los ayuntamientos que atraviesa la N-121-A y parlamentarios navarros han emplazado al Gobierno foral a actuar de forma decidida para reducir la siniestralidad y la cifra de fallecidos y heridos en esta carretera. «En este último accidente mortal, por ejemplo, el camión implicado en el choque no provocó el accidente sino que lo sufrió», apunta.
El sector aboga por una solución razonable que no acabe con una prohibición de tránsito por la N-121-A para los vehículos pesados. «No utilizamos la carretera para pasear con el camión. Convivimos con los demás vehículos como en el resto de vías. No podemos permitir que nos prohiban circular por ahí», se muestra disconforme Galarza. Palacios, por su parte, se muestra «convencido» de que «aunque se eliminaran los vehículos pesados de la N-121-A, seguirían produciéndose accidentes. Los camiones no son el problema».
Desde Hiru apuntan que les parecen positivas y realizables cualquiera de las soluciones, tanto la de hacer una vía 2+1 o cuatro carriles, aunque estiman que sería más eficaz «colocar más radares». En Guitrans señalan que la propuesta del 2+1 lleva desde la mesa desde 2017 y estiman que «antes de dar luz verde a una prohibición que tendría un efecto muy negativo en el sector, se lleve a cabo una remodelación apropiada». Los transportistas esperan que cualquier decisión del Gobierno navarro sea comunicada y debatida antes con el sector.
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