El alquiler de ropa está de moda. Suena a frase simplista incluso manida, pero ninguna resume mejor la corriente actual. Las plataformas o tiendas donde ... alquilar vestidos, trajes y complementos de marca por días proliferan y triunfan. Este modelo de consumo circular está en auge a nivel estatal, sin embargo, en países como Reino Unido lleva años asentado y ha sido el espejo en el que algunas de las emprendedoras más relevantes en la materia se han inspirado para impulsar sus proyectos. «Mi hermana Joanna y yo, grandes consumidoras de moda, pertenecíamos a ese amplio grupo de la sociedad que acumulábamos ropa, repetida incluso, sintiéndonos culpables por darle un solo uso. Tras analizar lo que se hacía en plataformas de origen británico y estadounidense, hace tres años decidimos crear un modelo de negocio de alquiler de prendas '' en España», desvela Eva Chen, fundadora de Borow. «En 2021 arrancamos alquilando 15 vestidos a la semana y actualmente, en plena temporada de bodas, bautizos y comuniones, hemos superado la barrera de las 150 piezas semanales. Nuestro crecimiento ha sido paulatino y sostenible para poder dar un servicio 360 al cliente. Podíamos haber incrementado más rápido las ventas porque el mercado siempre ha respondido de forma excepcional, pero para que la experiencia sea 100% circular también hemos aplicado el concepto 'slow fashion' a nuestra empresa. Cuidamos desde el 'packaing' a la limpieza personalizada de cada una de las prendas», añade Chen.
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Cada cliente debe escoger entre una selección cuidada de prendas y rios de 90 firmas con una gran variedad de precios y tallas. El alquiler se realiza sin riesgo alguno por periodos de 4 a 10 días. «Aunque el servicio y la oferta es exquisita, si a la clienta no le convence el look, le devolvemos el dinero», desvela la fundadora de Borow. «Nuestro objetivo es que la mujer que haya optado por el alquiler de esa prenda especial, la disfrute y brille. Además, la devolución es absolutamente funcional: no tiene que lavar la prenda, ya que nos encargamos nosotros de hacerlo, y nuestro servicio de recogida a domicilio se lleva la prenda o el look en cuestión en la misma caja de envío. Promovemos la practicidad, la reutilización y la circularidad al 100%».
Aunque el alquiler de ropa ya estuviera en la conversación americana, el número de consumidoras europeas se ha incrementado considerablemente. «La Generación Z, pero sobre todo la Alpha (menores de 14 años) llega con una sensibilidad sostenible mayor que las anteriores, tanto en lo medioambiental como en lo económico. Cada vez somos más prácticos y conscientes de que lo importante no es poseer sino disfrutar», concluye Eva.
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