

Secciones
Servicios
Destacamos
Tras causar la muerte de más de 53.700 personas en Gaza, incluidos 16.500 menores y, entre ellos, 900 recién nacidos, el Gobierno de ... Israel ha acusado este jueves a varios líderes europeos de «incitar al odio» y de apoyar el «antisemitismo» tras el atentado que acabó el miércoles con la vida de dos jóvenes trabajadores de la embajada hebrea en Washington.
El Ejecutivo de Benjamín Netanyahu considera que el motivo que impulsó al asesino, que gritó «Palestina libre» tras ser detenido, fue la «incitación salvaje contra el Estado de Israel» promovida por países europeos como Francia y el Reino Unido, a los que sumó Canadá. En paralelo a ese mensaje, las tropas armadas de Tel Aviv han ordenado a la población gazatí que abandonara una decena de puntos del norte de la Franja antes de una nueva ofensiva. Las panaderías comenzaban a recibir algo de harina y la ayuda humanitaria, bloqueada desde hace tres meses, empezaba a entrar con cuentagotas tras la presión ejercida por el presidente de EE UU, Donald Trump, el único sostén de peso que le queda a Tel Aviv. Tuvo el respaldo de buena parte de la comunidad internacional tras los atentados de Hamás del 7 de octubre de 2023 que se saldaron con casi 1.200 víctimas hebreas. La masacre posterior que continúa en Gaza ha aislado a Netanyahu.
Pero el ataque de Washington le ha dado un argumento para reforzar la versión de que Israel es la víctima de este conflicto. Este atentado demuestra, a su juicio, «el precio terrible del antisemitismo». «Los libelos de sangre contra Israel –agregó el primer ministro– van en aumento y deben ser combatidos hasta el final». Golpe a la Unión Europea. El miércoles, la UE mostró su indignación por los disparos de soldados hebreos contra una delegación de diversos países, incluido España, que visitaba un campo de refugiados en Cisjordania. Un día antes, la institución comunitaria y el Reino Unido habían puesto en cuestión su relación comercial con Tel Aviv tras comprobar los devastadores efectos del bloqueo de suministros en la población de la Franja.
El jefe del área de ayuda humanitaria de la ONU, Tom Fletcher, advirtió el martes de que 14.000 bebés corrían el riesgo de morir de hambre. Ayer, el Ministerio de Sanidad gazatí aseguró que en las últimas horas han fallecido una treintena de personas por falta de alimentación, todos ancianos o niños. El cierre de las fronteras decretado por Tel Aviv hace tres meses se ha aflojado sólo un poco. Si antes ingresaban en la Franja cerca de 500 camiones al día, ahora sólo lo han hecho 198 y, de ellos, apenas 90 han logrado llegar a la cadena de distribución. «Ningún civil ha recibido nada todavía», constató el presidente de la Media Luna Roja en Palestina, Younes al-Kahatib.
Aun así, el ministro de Asuntos Exteriores de Israel, Gideon Saar, achacó a los países europeos el atentado de Washington. En su opinión, existe una relación directa entre la incitación al odio antisemita y antiisraelí y este doble asesinato. «Proviene de líderes y funcionarios de muchos países y organizaciones internacionales, especialmente en Europa», apuntó en Jerusalén.
Las declaraciones de Saar son «totalmente escandalosas y están del todo injustificadas», replicó el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores galo, Christophe Lemoine. «Francia ha condenado, condena y condenará siempre y sin ambigüedades cualquier acto antisemita», subrayó.
En esa misma línea, la jefa de la diplomacia de la UE, Kaja Kallas, dijo: «El odio, el extremismo y el antisemitismo no tienen cabida en nuestras sociedades». El canciller alemán, Friedrich Merz, calificó de «acto atroz» de naturaleza antisemita el doble crimen de Washington. Durante un debate en el Bundestag, el ministro de Asuntos Exteriores germano, Johann Wadephul, desveló que el joven asesinado «también tenía pasaporte alemán». Y el primer ministro británico, Keir Starmer, «condenó enérgicamente» el atentado en Washington y pidió «erradicar» el antisemitismo «donde quiera que exista».
Los mensajes desde Europa no aplacaron a la extrema derecha que forma parte del Gobierno de Tel Aviv. El ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, argumentó que este último tiroteo parte «del mismo odio ardiente» que, según dijo, motivó el ataque de Hamás en octubre de 2023 y que desencadenó la invasión israelí de Gaza.
El ministro de Seguridad, Itamar Ben Gvir, también cargó contra las críticas recibidas dentro de su propio país por la actuación militar en la Franja. «Desafortunadamente, los antisemitas de todo el mundo se inspiran en políticos infames de Israel. La sangre de las víctimas está en sus manos», señaló. El dardo iba dirigido a Yair Golan, opositor progresista, por decir que «un país decente no tiene como afición matar bebés». A través de la red social X, Golan acusa al Gobierno de Benjamín Netanyahu de «alimentar el antisemitismo y el odio hacia Israel, poniendo en peligro a todos los judíos del mundo».
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Encuentran a una mujer de 79 años muerta desde hacía varios días en su domicilio
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
No te pierdas...
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.