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Aralar es uno de nuestros paraísos. Nos encanta visitar la extensa zona de pastos y bosques situada en el límite de Navarra y Gipuzkoa y cualquier excusa es buena para acercarse a sus cimas, bosques o rincones en los que por estas fechas el silencio es casi absoluto. Hegoi es el dueño y señor estos días de cada uno de ellos, mientras la ausencia de ganado pastando por sus campas nos recuerda que tras este ventoso otoño llegará un invierno que, según el Brujo de Goiherri, dejará copiosas nevadas las próximas semanas. Seguro que desde su morada disfruta de la belleza de esta sierra y la Naturaleza le nutre de la sabiduría que nos puede ayudar en nuestro camino.
Aralar es la tierra de Mari, pero también de los gentiles, y siguiendo nuestra curiosidad innata nos acercamos hasta Ataun, lugar donde de generación en generación has escuchado las historias de aquellos enormes hombres que poblaron la sierra de Aralar y en la era precristiana, según queda recogidos, los gentiles eran gigantes que vivían en el monte y gracias a su incalculable fuerza lanzaban grandes piedras a sus enemigos. Tal era su fortaleza que no tuvieron problema para mover y colocar las enormes piedras que conformar los menhires, dólmenes, crómlechs...
Uno de los monumentos megalíticos más especiales de Aralar es Jentilarria, que se encuentra de camino a la cima de esta semana, Uidui (876 m.). Es un sepulcro de galería con túmulo de 15 m. de diámetro y 1 m. de altura. Presenta una cámara de 6,50 m. de largo Fue descubierto en 1879 y excavado en 1917, aportando abundante material «entre los que destacan puntas foliáceas y once fragmentos de cerámica y restos humanos de al menos 27 individuos».
. Siguiendo la N-1 hay que tomar la salida de Beasain para continuar la GI-2120 hasta llegar a Ataun. Desde allí accederemos a Lizarrusti.
Horario: El paseo desde Lizarrusti ronda las 5 horas a un ritmo tranquilo. El terreno exige cierto fondo físico y es recomendable llevar ropa de abrigo, dadas las fechas.
Distancia 13km
Desnivel positivo 415 m
Severidad del medio 3
Dificultad orientación 3
Dificultad del terreno 3
Esfuerzo necesario 3
El paleontólogo y etnógrafo ataundarra Joxe Miguel Barandiaran fue el encargado de investigar este, así como el resto de los numerosos yacimientos arqueológicos de Aralar. Actualmente están catalogados 80 megalitos en la estación de Aralar. La gran mayoría de estos elementos patrimoniales se ubican en la zona occidental de la sierra, en tierras pertenecientes a los municipios guipuzcoanos de Zaldibia, Amezketa, Abaltzisketa, Lazkao y Ataun. De ellos, 30 están enclavados en territorio guipuzcoano, mientras que los otros 50 conjuntos se hallan dentro de la Comunidad Foral de Navarra. Dólmenes, menhires, túmulos y círculos de piedras completan la zona de Gipuzkoa declarada como Bien Cultural Calificado, con la categoría de Conjunto Monumental. Entre ellos, en la zona de Uidui nos topamos con una serie de dólmenes, entre los cuales, además del de Jentilarri, destacan los de Aranzadi, Arraztagaña, Argarbi, Uidui, Zearragoena y Uelogoena.
Cerca de estos dólmenes se encuentra el menhir de Supitaitz, y accediendo a la zona de Alotza, se localiza el hermoso menhir de Saltarri, tumbado en el centro de sus prados. Por esta zona se halla el menhir de Irazustako Lepoa. Además, en el collado de Ausokoi se encuentra el dolmen homónimo, y, en sus alrededores, se alza el menhir de Atauru Gañe u otros, como el dolmen de Labeo. Todos ellos son una muestra de la presencia de los seres mitológicos de gran fortaleza, los gentiles que, aunque no se dejan ver, nos dejaron una importante huella cultural en nuestros montes. Tal vez no los veamos en el siglo XXI, pero sabemos que hombres de gran fuerza fueron capaces de construir con enormes piedras de gran peso aquellos monumentos funerarios que hoy perduran.
Jose Miguel Barandiaran recoge en uno de sus relatos el mito del fin de los gentiles en el que se menciona a Jesucristo. Dejo recogido que «dicen que viviendo los gentiles en una cueva de Leizadi, apareció en el cielo una estrella de singular hermosura. Al verla, se asustaron los gentiles, y andaban inquiriendo lo que iba a acontecer en el mundo. En cierta ocasión sacaron del interior de su cueva a un anciano medio ciego, abriéronle los párpados con una pala de horno, lo pusieron mirando al cielo, pensando que él conocería qué significaba la estrella. En cuanto la vio, exclamó: '¡Ah, niños míos!, ha nacido el Kixmi, y ha llegado el fin de nuestra raza; eche por el vecino precipicio». Y los suyos le echaron peñas abajo y, seguidos de la nube luminosa, huyendo de la misma, corrieron hacia Occidente, y al llegar al vallecito de Arraztaran, se metieron precipitadamente debajo de una gran losa que desde entonces se llama Jentilarria, «sepultura de los gentiles» o «piedra de los gentiles».
El nombre Kixmi solo aparece en las variantes de Ataun. Fue lento sin duda el proceso de la introducción del Cristianismo en Vasconia. Pudo haber paganos o gentiles en algunas zonas del país en el siglo IX; pero ya en el siglo IV había núcleos de población cristiana en Calahorra y pronto también en Pamplona, Baiona y Alava, según destaca Barandiaran en alguno de sus escritos.
Fuera como fuese, además de los monumentos funerarios, las calzadas o caminos de piedras que nos encontramos en nuestra ruta de esta semana nos ayudan a imaginar a aquellos gentiles que con sus enormes brazos colocaron cada una de ellas. Mientras recorremos kilómetros de caminos pedregosos por bosques de hayas sentimos la magia que nos rodea y la imaginación o la sensación de ser observados nos ayuda a creer que ipotxas y demás personajes mitológicos no pierden detalle de nuestros movimientos.
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Partimos desde el parking de Lizarrusti a 620 metros de altitud para acceder a Uidui. Junto al parketxe vemos numerosos es informativos de la zona y las rutas que podemos realizar a este paraje como a otros muchos de la zona siguiendo las diferentes GRs o caminos rurales, señalizados con marcas de pintura blancas y rojas, blancas y amarillas o blancas y verdes, según el caso. Nosotros optamos por subir a Uidui rodeando el embalse de Lareo y disfrutando de la tranquilidad del lugar. En algunos momentos demasiado silenciosa, ante la falta de cencerros de vacas y yeguas o el balido de las ovejas que han abandonado los pastos de Aralar, dejándonos solas en la inmensidad natural que nos rodea.
Es recomendable descargarse el track previamente a iniciar la ruta ya que en la zona del parketxe, o una vez en marcha, no hay cobertura de móvil.
El camino hasta el embalse nos lleva por el túnel de Akerreta, después de haber superado la zona del desprendimiento de una enorme roca. Una vez en el embalse, lo rodeamos, por un lado, que nos lleva hasta el puente con forma de barco. Después, seguimos el camino a San Miguel de Aralar y comienza la ascensión hasta nuestro objetivo con algunos tramos de pendiente prolongada, pero la belleza del lugar merece la pena. Una vez en la cima toca disfrutar y el regreso lo realizamos por la misma zona, pero rodeando el embalse por una pista de piedra suelta. Un lujo pasear por el territorio de los gentiles.
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José Antonio Guerrero | Madrid y Álex Sánchez
Mateo Balín y Sara I. Belled (gráficos)
Jesús Falcón | San Sebastián y Javier Bienzobas (Gráficos) | San Sebastián
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