La Real Sociedad me tiene confundido
En el segundo palo ·
Más que el resultado ante el Barcelona, me preocupa la incapacidad de la Real para agarrarse al campo cuando vinieron mal dadasEn el segundo palo ·
Más que el resultado ante el Barcelona, me preocupa la incapacidad de la Real para agarrarse al campo cuando vinieron mal dadasHoy es un día para llorar. Hablar de otra cosa es desviar la atención. Lo bonito hubiera sido escribir que la Real Sociedad había dado la cara ante el Barcelona ... , pero hoy hay que hablar de lo que fue una noche de deseos incumplidos. La suma de despropósitos defensivos de la Real Sociedad fue para hacérselo mirar en un comienzo de segunda mitad en la que se me cayó el alma a los pies con dos carriles que parecían autopistas y una incapacidad para salir del área sonrojante. Los que ven la botella medio llena dicen que el planteamiento de Imanol Alguacil no fue malo porque en la primera media hora el Barcelona no tiró a portería y la Real no estuvo lejos de ponerse por delante con la ocasión de Isak. Yo vi una Real Sociedad a la que le llegaron muy fácil y le hicieron daño en cada acercamiento. Me preocupa eso (que supongo hay que achacarlo al experimento de Imanol y las bajas que tenía) pero mucho más la incapacidad de la Real para agarrarse al campo cuando vinieron mal dadas.
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Decía Manel Estiarte, el exwaterpolista y mano derecha de Pep Guardiola en el City, que los equipos grandes, como la Real en este momento, están tan acostumbrados a ganar que no conciben estar perdiendo. «Basta con que el rival, por la razón que sea, porque está muy fino o porque tú estás espeso, se te adelante en el marcador para que te hundas». Y recordaba algunos ejemplos: el Barcelona de Pep cuando se adelantó en el Bernabéu y acabó ganando 2-6; otra vez el Barça ante el Madrid de Mourinho al que barrió por 5-0; el Dortmund de Klopp cuando ganó la final de Copa al Bayern de Heynckes por 5-2; cuando ese mismo Bayern derrotó al Barcelona de Messi, Iniesta y Xabi por 7-0; el Madrid de Ancelotti cuando derrotó al Bayern en Múnich por 4-0... La Real ha ganado tantos partidos, le hemos echado tantas flores, que ha construido un hábitat cotidiano con el triunfo. Y de pronto el día en el que pelea con otro grande (y la final de Copa está en el horizonte) el rival se adelanta y se queda tumbado en la lona. Noqueado. No quiero pensar que la Real ha perdido la costumbre de agarrarse al salvavidas porque si algo tiene el Athletic al que se va a medir en La Cartuja es esa capacidad para agarrarse al cuello del rival y no soltarle hasta que no tenga la mínima opción.
Que se quede en accidente.
PD: No consigo quitarme de la cabeza dos frases pronunciadas en las últimas horas en Movistar Televisión. Aperribay: «(La final) no es el partido de los partidos». Oyarzabal: «No hay que volverse locos. Si no se ganara (la Copa), se está construyendo algo para que tengas otras oportunidades».
Real 0-Athletic 1
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