Las perlas del Sanse, bien atadas

La buena marcha deportiva de la Real, la mejora de los contratos de los canteranos en virtud del cada vez mayor potencial económico de la entidad txuri-urdin y el buen trabajo de base en Zubieta está provocando un importante descenso del trasvase de jugadores de la Real a Bilbao, siendo la de Iñigo Martínez la última gran perdida. La Real ha logrado que el Athletic, de momento, se tenga que conformar con reclutar a jugadores que no tienen claro el futuro en la Real, como es el caso de Petxarroman, futbolista bien valorado en el club, que probablemente hubiera preferido mantenerlo en el Sanse una vez consumado el ascenso, pero que en principio no contaba para subir al primer equipo pese a tener ya 24 años.

La directiva presidida por Jokin Aperribay está logrando mantener a sus principales figuras, casos de Oyarzabal, Barrenetxea, Zubimendi, Gorosabel, Roberto López, jugadores emergentes como Merquelanz, y lo propio está haciendo con los principales baluartes del Sanse. El último en prolongar su contrato fue la última joya, el delantero Jon Karrikaburu, autor del gol que dio la victoria ante el Algeciras el pasado sábado y aseguró el ascenso. Sesenta millones de cláusula y cinco años más de contrato.

Su ascenso desde el C al Sanse ha sido fulgurante y la Real ha logrado atarlo en un tiempo rápido para evitar posibles sustos. El baztandarra se ha comprometido hasta 2026, con sesenta millones de cláusula. En el Sanse destacan jugadores que ya han asomado en el primer equipo como Urko González de Zarate y Jon Pacheco, considerados estratégicos; u otros que han sido convocados como el portero Gaizka Ayesa o Beñat Turrientes, otro jugador en el que hay puestas muchas esperanzas.

Urko y Pacheco, que han jugado dos partido en Primera y que apuntan a subir a corto o medio plazo al primer equipo, cuentan con sesenta y cincuenta millones de cláusula respectivamente, y firmados hasta 2026 y 2025. En el caso de Gaizka Ayesa, autor de una parada providencial que valió medio ascenso, cuenta con contrato hasta 2024 y 50 millones. El navarro oposita a ser el primer meta canterano en años en hacerse con un hueco estable en el primer equipo. Turrientes, mediocentro beasaindarra, está atado cuatro años más y con cincuenta millones de blindaje, diez menos que Robert Navarro, quizás el jugador del Sanse con más talento, con contrato hasta 2025 también.

Otros como Álex Sola (2024 y 30 millones) apuntan también a estar en la órbita del primer equipo y actualizar sus condiciones. El histórico ascenso del Sanse a Segunda, de la mano de Xabi Alonso, abre además otra dimensión para los jugadores, que al ser profesionales mejorarán sus emolumentos y tendrán oportunidad de exhibirse en una categoría profesional, lo que le hace ser el filial más atractivo.