Un césped florido y protegido en el paseo de Francia

Según informa el concejal de Mantenimiento y Servicios Urbanos, Carlos García, después de varios años, el césped de estos parterres necesita una renovación, por lo que se volverá a resembrar. «En este caso, hemos pensado dar una vuelta más y aportar un toque de color mediante una siembra de césped florido. Es una mezcla entre césped ornamental y pradera florida», explica el delegado del PSE, quien detalla que solo se utilizarán especies de tonos amarillos y de porte bajo (10-15 centímetros) –como margaritas o amapolas–, lo que permitirá a los jardineros municipales seguir haciendo el mantenimiento del césped sin dañar la futura floración de los narcisos y prolongar la imagen de manto colorido durante más tiempo.

«Esta fórmula tiene además grandes beneficios para la ciudad, ya que se crean islas de biodiversidad y se fomenta una mayor afluencia de insectos polinizadores y aves asociadas», argumenta García.

Esta actuación implica que una vez se realice la siembra habría que cerrar los parterres durante unas semanas para asegurar que el césped pueda volver a germinar y florecer. Hasta ahora, ese cierre perimetral se realizaba con postes de madera y cuerdas que no ofrecían demasiada durabilidad ni consistencia, por lo que el consistorio estudia diferentes alternativas para colocar un vallado de un material más resistente y que dificulte el de animales y personas.

En concreto, se propone instalar otro tipo de vallado metálico con anclajes, que se pueda poner y quitar según las necesidades de cada momento de una forma más fácil, rápida y económica, ya que el coste del que se emplea actualmente asciende a 16.000 euros anuales. «Teniendo en cuenta que estamos en pleno Centro, y siendo este un punto de mucho tránsito hacia las estaciones de bus y tren, más los eventos que se celebran en el paseo como el mercado navideño, la zona necesita un tipo de cierre más acorde al uso que se le da», apunta el edil socialista.

Ayer comenzó entretanto el reparto de las flores y plantas que han lucido los parques y jardines donostiarras estos últimos meses y que ahora se retiran. Cientos de personas hicieron cola desde la mañana en la plaza Ramón Labayen para participar en este iniciativa, impulsada la pasada legislatura por la Concejalía de Ecología. Las flores y plantas se entregan en un recipiente biodegradable fabricado a base de fibras vegetales y en una bolsa 100% reciclable. «El objetivo es dar una segunda vida a estas plantas que, hasta que se comenzaron a repartir, se llevaban a depósito para su compostaje», recuerda García, quien atendió personalmente uno de los puestos de reparto. Las dos próximas citas se anuncian para mañana en el paseo de Ondarreta y el viernes en Pío XI, en Amara, a partir de las 10 horas y hasta agotar las existencias.

En total se van a distribuir unos 30.000 ejemplares de primulas, alhelís amarillos, pensamientos, margaritas, claveles chinos, miosotis y caléndulas, además de 5.000 bulbos de narcisos y tulipanes. A finales de mes se realizará la plantación de verano, con especies como begonias, cinerarias, coleus, dalias, tagetes, verbenas, petunias o salvias.