«Vivimos en casas de madera, cada vez que hay un incendio nos echamos a temblar»

Un incendio en la Parte Vieja y de noche reúne todos los ingredientes de una intervención de riesgo. Según han informado Bomberos de San Sebastián, a la 1.05 horas recibieron el aviso del incendio y, en pocos minutos, varias dotaciones acudieron al Mesón Portaletas, con entrada por la calle Puerto y calle Ángel, para intentar sofocar las llamas. Al tratarse de un edificio de madera, como la mayoría en la zona antigua de la capital guipuzcoana, había temor de que el fuego se propagara rápidamente. «Para cuando llegamos algunos vecinos ya habían abandonado sus viviendas», han explicado los bomberos.

«Por precaución» se procedió al desalojo de todos los vecinos del número 5 de la calle Campanario, que fueron reagrupados en la plaza Lasala hasta que se dio por finalizada la intervención. En el interior del restaurante, de dos plantas, los bomberos constataron que el fuego se había originado en la cocina situada en el piso a pie de calle. La estancia ha quedado completamente calcinada por las llamas, que también han causado daños en mobiliario y paredes. Los bomberos procedieron también a ventilar el edificio y para las 3 de la madrugada todos los residentes pudieron regresar a sus casas. El dueño del restaurante también se personó para seguir 'in situ' la evolución de la extinción de las llamas y conocer el alcance de los daños.

En el momento en el que se desató el fuego el Mesón Portaletas estaba ya cerrado y según ha podido saber este periódico los últimos trabajadores habían abandonado el establecimiento a las 23.30 horas. La principal hipótesis que se baraja sobre el origen del incendio es que algún elemento de la cocina cogiera fuego y después se propagara por toda la estancia. Afortunadamente, el local contaba con alarma antiincendios, que fue la que alertó a SOS Deiak.

El de anoche no es el primer incendio que sufre este restaurante de la Parte Vieja, situado a escasos veinte metros del arco de Portaletas. El 6 de diciembre de 2015, que era domingo, comenzó a arder el motor de una cámara frigorífica, ubicada en la cocina del restaurante, que sufrió importantes daños. El propietario del mesón lamentaba lo sucedido, toda vez que llevaban un año en marcha y habían hecho «una gran inversión».

El incendio de esta madrugada ha tenido en vilo a los vecinos de la Parte Vieja donostiarra que se han despertado alertados por la intensa humareda y el trasiego de los bomberos en la zona afectada. «Cada vez que pasa una cosa de estas nos echamos a temblar. Aquí la mayoría son casas de madera y no sabes si de unas llamas va a arder una cocina, una vivienda, un bloque entero o algo aún peor», comentaba una de ellas esta mañana.

Los vecinos de la Parte Vieja aún recuerdan el incendio que se desató en verano de 2013 en el bar Sirimiri, ubicado en la calle Mayor, y que además de destruir este establecimiento hostelero, causó daños en otro y también en un comercio próximo. El fuego, de alto riesgo, obligó entonces a desalojar a una veintena de personas que residían encima del local. La rápida intervención de los bomberos donostiarras evitó por un lado la propagación del fuego y resultó determinante en el rescate de algunos de los residentes. No en vano, la Parte Vieja es la zona más sensible de la ciudad para el cuerpo. El suceso no causó daños personales.