Una hidrolinera en clase

El estreno en sociedad de esta hidrolinera, en cuyo desarrollo se han involucrado también la Diputación, Mubil, Fidegas y el centro Mendizabala, se enmarcó, asimismo, en la presentación de las nuevas instalaciones de Don Bosco en el polígono industrial Txirrita Maleo, en Errenteria. «En este nuevo espacio aprenden ya desde este curso cerca de 150 alumnos de los departamentos de Química, Automoción y Mecatrónica con máquinas inyectoras y extrusoras para trabajar el plástico. Las instalaciones, de 1.500 metros cuadrados, están equipadas también para trabajar en la fabricación de papel», informó Carlos Lizarbe, director del centro.

En la comarca de Oarsoaldea proliferan las empresas del sector del plástico, y esa es una de las razones por las que «queremos potenciar más un perfil profesional algo diferente al actual en este sector, un poco más específico», afirmó el máximo responsable del centro formativo. Junto a Lizarbe también estuvieron en la presentación Jon Labaka, viceconsejero de FP; Unai Andueza, diputado foral de Promoción Económica; César Gutiérrez, director técnico de Mubil; y Aizpea Otaegi, alcaldesa de Errenteria. «Este proyecto de energía verde es una nueva demostración del centro Don Bosco de su preocupación e interés por la sociedad», expresó el viceconsejero vasco de Formación Profesional.

El objetivo es «acercar el hidrógeno a la sociedad, que esté al alcance de todos», subrayó Egoitz Odriozola, profesor de automoción en Don Bosco y el encargado de explicar los detalles del proyecto 'Green H2 FP'. El proceso trata, básicamente, «de disociar el hidrógeno del oxígeno en el agua. Después, ese hidrógeno se comprime a alta presión y se almacena en los vehículos. Cuando el coche se mueve, la pila de hidrógeno se convierte de nuevo en agua y en ese proceso produce electricidad, que es la que mueve al automovil».

Pero, ¿por qué una hidrolinera? Desde Don Bosco indicaban ayer que «si el sector de la movilidad empieza a apostar por el hidrógeno, van a hacer falta más estaciones de este tipo». Mismamente, los responsables de automoción tenían que ir hasta hace poco «a Huesca o Madrid para poder repostar nuestro vehículo de pila combustible de hidrógeno».

Además de esta visión de futuro, y en línea con los valores colaborativos de la FP vasca, otro de los propósitos principales de este proyecto de energía renovable es «la transferencia del conocimiento. En la segunda fase de este proyecto pretendemos montar esta estación de servicio en un remolque para poder transportarla a los centros educativos que quieran conocer cómo funciona este recurso, así como a las empresas interesadas en este tipo de tecnologías», informó el docente de Don Bosco.