Cándido Ibar y Tanya Ibar caminan por el parque de La Florida, en Vitoria. IGOR MARTÍN

Pablo Ibar aún deberá aguardar un año para saber si prospera el recurso para repetir su juicio

Su mujer, Tanya, se encuentra de visita en Euskadi. «Está animadoy nosotros con ganas de traerlo a casa». Este proceso costará 250.000 dólares

david gonzález

Vitoria

Lunes, 22 de noviembre 2021

Es una lucha que dura 27 años. La de Pablo Ibar y su familia por demostrar su inocencia en el triple asesinato ocurrido en julio de 1994 en Florida, su lugar de residencia. Tres juicios ha superado ya este estadounidense de origen guipuzcoano en los que ha pasado de una nulidad a una cadena de muerte y, finalmente, la perpetua. Su padre, Cándido, y su mujer, Tanya, visitaron este lunes Vitoria en la que será una pequeña gira por el País Vasco porque se hayan inmersos en una costosa apelación para que se celebre un nuevo juicio. Sería el cuarto. Y confían en que sea «justo» tras las decepciones anteriores.

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«Esperamos que la respuesta a nuestra apelación se conozca el próximo año por estas fechas», anunció Andrés Krakenberger, portavoz de los Ibar. El escrito, de 117 folios, afirma que el último tribunal que juzgó a Ibar «vulneró derechos constitucionales» y pide la anulación de la cadena perpetua.

«Pablo sigue peleando y está con ganas de ganar la apelación. Esperamos que el juicio, sería el cuarto ya, sea justo»

Para su mujer, Tanya, «Pablo sigue peleando, está animado y con ganas de ganar la apelación. Y nosotros, con ganas de traerlo a casa». Su mujer ha venido al País Vasco con sus hijos para conocer a la familia paterna de Pablo, cuyas raíces se encuentran en Gipuzkoa, un viaje que le hubiera gustado hacer junto a él, tal y como confesó. Su padre, Cándido, quien fuera pelotari en Estados Unidos, explicó que cuando en mayo de 2019 llegó la sentencia, su hijo «se sintió muy decaído y muy mal. Ahora ya está mejor. Con intensidad y fuerza para seguir». Hace unas semanas, Pablo fue sometido a una operación por un problema en un brazo. Ha sido trasladado de prisión para continuar con su recuperación.

«No se olviden de Pablo»

Y no le queda otra que armarse de paciencia para un proceso legal, el cuarto, que exige tiempo, un buen abogado y dinero, mucho dinero. «Hasta ahora hemos gastado 1,1 millones de dólares (unos 975.000 euros al cambio actual)», reconoció Krakenberger. La apelación les supondrá otros 250.000 dólares.

Krakenberger, Ibar y Tanya, hoy en Vitoria. Igor Martín

«Queremos que la gente no se olvide de Pablo», solicitó el portavoz de los Ibar, conocido por su papel de mediador. Confía no obstante en ganar esta cuarta batalla legal. «Esto no es trepar el Everest, hay que trepar el Himalaya entero». En el caso de que el recurso fuera rechazado, aún les quedaría otra vía por la justicia federal y, por último, con el Supremo estadounidense como alternativa definitiva. Ibar, que ya tiene 49 años, ha pasado más de la mitad de su vida entre rejas y actualmente se encuentra recluido en el centro penitenciario de Okeechobee (Florida).

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«Queremos que la gente no se olvide de Pablo. Cuando en mayo de 2019 llegó la sentenciase sintió muy decaído»

Tras el encuentro informativo que tuvo lugar este lunes en la capital alavesa para dar cuenta de las últimas novedades relativas al caso, este martes tendrá lugar un segundo encuentro en el municipio guipuzcoano de Zestoa al que acudirán la esposa de Pablo, Tanya, su padre, Cándido y el resto de familiares en el caserío de la familia.

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