La unión de los grupos de dantzaris hizo que el espectáculo reuniera un gran colorido. FOTOS MIKEL LAHIDALGA

Eibar

Eibar se puso a bailar en una fiesta vibrante y animada

El público abarrotó las gradas para presenciar los bailes que interpretaron 160 componentes de Kezka y Arkaitz

Lunes, 26 de mayo 2025, 20:49

La Euskal Jaia 2025 ha vuelto a demostrar que la tradición y la cultura popular siguen muy vivas en Eibar. Durante el fin de semana, ... las calles y plazas de la ciudad se llenaron de música, danza y ambiente festivo, culminando el domingo con una jornada inolvidable marcada por la alta participación ciudadana y la entrega de cientos de dantzaris y músicos locales.

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El día presagiaba que se iba a vivir una alegre jornada con la salida desde Urkizu de los dantzaris, acompañados de gaiteros, trikitilaris de la escuela de Jainaga, componentes de la Musika Eskola, junto a los grupos Kezka y Arkaitz de Añorga.

Uno de los momentos más emocionantes fue la interpretacióni conjunta de varios bailes por parte de 160 integrantes de Kezka y el grupo Arkaitz de Añorga. La plaza vibró con una escena tan espectacular como simbólica: la comunión entre generaciones, estilos y grupos que comparten una misma pasión por las raíces vascas, en medio del espléndido tiempo meteorológico.

Destacó la actuación del grupo de danzas Arkaitz de Añorga, que ofreció una puesta en escena de gran nivel técnico y expresivo. La sorpresa y el aplauso del público –que abarrotaba las gradas–, fueron la mejor muestra de la conexión entre artistas y espectadores.

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El grupo añorgatarra, que en julio viajará a Idaho (EE. UU.) para representar a Euskadi en el festival vasco de Boise, aprovechó la ocasión para compartir un adelanto del repertorio que llevará a tierras americanas, donde expondrá las danzas tradicionales como embajadores culturales.

Experiencia viva y colectiva

Por la tarde, tras la animada comida, la plaza Unzaga se convirtió en una gran pista de baile. Decenas de dantzaris, vecinos y visitantes compartieron música, sonrisas y complicidad durante más de dos horas de danza ininterrumpida, demostrando que el folclore, con la Larrain Dantza, es una experiencia viva y colectiva. Más allá del color y el espectáculo, la Euskal Jaia ha sido una reafirmación del trabajo del grupo Kezka.

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La alta participación de público de todas las edades, el compromiso de los grupos organizadores y el entusiasmo de los dantzaris consolidan esta fiesta como una de las citas más queridas y representativas del calendario festivo local. El evento ha servido también para visibilizar el talento de los grupos de danza, el trabajo constante de las escuelas y asociaciones culturales, y la fuerza de una comunidad que sabe festejar sin perder sus señas de identidad.

Con una plaza que ha sido escenario de tradición y alegría, Eibar bailó al ritmo de su historia y ha proyectado su cultura hacia el futuro con energía, orgullo y emoción. Además, fueron muchos los eibarreses y eibarresas que salieron vestidos con la indumentaria de la fiesta vasca. El último baile de la Larrain-dantza, frente al Club Deportivo fue el colofón a un gran fin de semana, en el que se ha contado con una extensa programación con el Tantanez tantan, herri kirolak, la feria de artesanía como otros actos de gran participación público.

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