

Secciones
Servicios
Destacamos
Como regresan las golondrinas cada primavera, Isabel Allende (Lima, 1942) acude puntual a su cita con el lector. La escritora de habla hispana más leída del mundo –casi 90 millones de libros vendidos en 50 idiomas– regresa a la arena editorial y a sus raíces con 'Mi nombre es Emilia del Valle' (Plaza & Janés). De nuevo para «dar voz a mujeres borradas de la historia», denunciar «los desmanes del poder» y el «peligroso y absurdo nacionalismo cristiano blanco de Trump».
Novela sobre una mujer con poderío y mucho orgullo que se enfrenta a enormes desafíos para sobrevivir y reinventarse en el amor y en la guerra. Ambos van de la mano en una relato de descubrimiento y redención que firma «una romántica empedernida, apasionada y feminista».
Una narradora que a sus 82 años sumará este jueves otro doctorado 'honoris causa', esta vez por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), depositará un legado en la Caja de las Letras del Instituto Cervantes, y que no está dispuesta a vivir «jamás» en otra dictadura.
«Si llega la dictadura Estados Unidos, que puede ocurrir, me iré. Tendría que sentir que no puedo vivir callada, con miedo y escondida, como me ocurrió en Chile», dice la autora, que huyó de la bota de Pinochet. «Seguiré en California, con mi hijo, mis perros y mi marido, por ese orden, pero si la cosa se pone de color de hormiga saldré, como salí de Chile. No viviré otra dictadura», reitera.
Cree que la diversidad «da fuerza un país como Estados Unidos», pero que Trump impulsa un excluyente régimen segregacionista blanco. «Deporta a los morenos e invita como refugiados a los rubios sudafricanos que no son. Las instituciones americanas están siendo atacadas por todos lados y solo espero que Trump no perdure», confiesa.
Su nueva novela habla de emigrantes que se buscan la vida y sienten el odio. «En todo el mundo hay un sentimiento anti emigrantes que se acrecienta en los países hechos por inmigrantes, como Estados Unidos», lamenta. «Ahora nos tratan a todos como criminales y violadores en una generalización absurda, cuando por millones contribuimos con los servicios, al trabajo y a la cultura». «El nacionalismo cristiano blanco de los Estados Unidos de Trump es muy peligroso y muy absurdo», denuncia.
Emilia del Valle, hija de una monja irlandesa y un militar chileno, es una rebelde con causa, «un espíritu libre que consigue cuanto se propone y que se juega la vida para lograrlo», aclara la creadora de su personaje, novelista, soldado y periodista. La saga de los Del Valle es familiar para los millones de lectores de Allende. Se remonta a 'La casa de los espíritus', la obra que hizo del su autora una estrella global, y continuó con 'Hija de la fortuna' y 'Retrato en sepia'.
Vuelve a retratar el pasado y el presente de América Latina y los desmanes del poder, condenando la violencia institucional y dando voz a las mujeres, a los silenciados y a los exiliados. «Quiero encontrar las voces de quienes que no están en los libros de historia», asegura. «Todas las mujeres que ha habido en la guerra, como Emilia de Vallle, han sido ignoradas. Ya fueron cantineras, enfermeras o guerrilleras. Las mataban como a los soldados, pero no hay una sola en la memoria colectiva», lamenta.
«Estoy rodeada de mujeres fuertes como Emilia, así que no tengo por qué inventarlas» asegura Allende aludiendo a su fundación. Trabajan en derechos reproductivos e inmigración. Están arriesgándose a ser detenidas y deportadas por defender sus derechos y esas son mis heroínas», se ufana.
«Una mujer sola es muy vulnerable pero juntas somos invencibles. La revolución feminista, como toda la revoluciones, comete errores y se hace como se puede. El objetivo final es reemplazar el patriarcado que lleva miles de años y eso costará varias generaciones. Pero lo que se ha obtenido ya es mucho», se felicita.
«No tengo más vida que la escritura. No gasto mi energía nada más no cocino no hago vida social. Yo soy cada personaje y puedo seguirlo desde la infancia hasta la vejez. Crezco con ellos. Es un proceso muy orgánico y fascinante que me permite ser una heroína y un villano», se congratula la prolífica autora de una treintena de libros.
Nacida en Perú, criada en Chile y avecindada en California, Allende es la escritora de habla hispana más vendida y traducida del mundo, solo superada por Miguel de Cervantes y Gabriel García Márquez. Comenzó su carrera en 1982 con el ciclón de 'La casa de los espíritus, hoy un clásico, al que siguieron 'Eva Luna', 'Paula', 'La isla bajo el mar', 'Violeta' o 'El viento conoce mi nombre', títulos que ha merecido más de sesenta premios internacionales.
Miembro de la Academia Estadounidense de las Artes y las Letras, como Don De Lillo, Tom Ford o Joyce Carol Oates, en 2010 Allende recibió el Premio Nacional de Literatura de Chile. Con quince doctorados 'honoris causa', Barack Obama le concedió en 2014 la Medalla de la Libertad, la mayor distinción civil de EE UU.
Dedica la escritora buena parte de su tiempo y energía a la defensa de los derechos humanos. La Fundación Isabel Allende vela por las mujeres y niñas en situación de vulnerabilidad, para garantizar sus derechos reproductivos, su independencia económica y la protección contra la violencia.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
No te pierdas...
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.