Mediapunta en el Añorga, delantero en Galarreta

Iñaki Aseginolaza, aunque era delantero, jugó el primer partido de profesional de zaguero para formar pareja en el debut de su hermano Xabier, I de la dinastía de Idiazabal. Matxin II y Matxin I, Manuel e Inaxio, coincidieron en bastantes partidos, como los Ayerra, Felix delantero el III e Ignacio zaguero el II, de Pamplona.

Los hernaniarras Aiestaran han recogido el testigo. Aitor, a punto de cumplir dos temporadas en la plantilla de Oriamendi 2010, fue el padrino de Paulo, delantero de 24 años -tres menos que el mayor- en un estreno prometedor. «Estoy muy contento», apuntó el novel tras la victoria por 0-2 ante Gurrutxaga y Eskudero, 14-15 el primer set y 9-15 el segundo. Alcanzó Paulo el punto culminante de la tarde con el pelotazo atrás imposible para el zaguero contrario que rompió el 14-14 del primer parcial.

En el segundo joko sonaron en la megafonía de Galarreta las notas del azeri-dantza, entonado a continuación por los numerosos jóvenes de Hernani que animaron el ambiente.

Paulo es el VII de una saga con origen en el barrio donostiarra de Añorga. Surgió con Evaristo, vicepresidente de la Federación Guipuzcoana además de pelotari e integrante del Orfeón Donostiarra. Un hermano suyo, Antton -también pelotari y músico-, fue el II. Tres hijos de Evaristo cuentan como el III, el IV y el V. Paulo y Aitor son hijos de Iñigo, también periodista de Euskal Telebista.

Paulo confiesa que «he metido muchas horas en el frontón junto a mi padre. También en Galarreta y llevaba dentro ese gusanillo. En enero del año pasado empecé a acompañar a Aitor a los entrenamientos y a partir del verano me lo tomé con seriedad. Tengo mucho que aprender aún».

Poseedor del doble grado de Magisterio y Educación Física -«estudié la carrera en el campus de Donostia de la Universidad de Deusto»-, Paulo jugó a cesta «desde los 13 a los 16 años, también de delantero, como ahora en el remonte». Posteriormente se decantó por el fútbol en el Añorga, donde ocupaba la posición de mediapunta. Participó en el equipo que logró el ascenso y compitió una campaña en Tercera División.

Los técnicos de Oriamendi albergan esperanzas en este remontista. Aprende rápido. Un año le ha bastado para comprender la modalidad. Posee rapidez en las piernas y de momento maneja bien tanto la postura de abajo como la de costado. Imprime velocidad a la pelota en ambas. Le falta progresar cuando coge la pelota a la altura de su cabeza o por encima. En el debut apenas se atrevió a buscar la dos paredes. Cada cosa a su tiempo.