Borrar
María Uría, Shandra Cordobés y Miren Sotomayor. LOBO ALTUNA
8M. Día internacional de la mujer

Mujeres en la cima de sus empresas

Son todavía la excepción en Euskadi, donde sólo hay un 24% de mujeres directivas. Tres guipuzcoanas de éxito resaltan la importancia de generar «referentes cercanos» para que niñas y jóvenes labren sus carreras sin límites

Julio Díaz de Alda

San Sebastián

Viernes, 8 de marzo 2024, 01:00

Tres profesionales donostiarras de éxito, en tres sectores distintos y con tres trayectorias muy diferentes. Tres mujeres que han logrado situarse en lo más alto de sus empresas, aprovechando las oportunidades que se les presentaron y combinando esfuerzo y un apoyo en sus casas por parte de sus familias que les ha permitido compaginar carrera profesional y personal. De otra manera, reconocen, es imposible. Las tres pertenecen a ese aún escaso 24% de féminas en puestos directivos en Euskadi, un porcentaje que, lejos de lo que pudiera parecer, o de lo que sugirieran los tiempos que vivimos, permanece inmóvil desde 2021, según los últimos datos disponibles, y que revela que, como ellas mismas señalan al unísono, «se ha avanzado mucho pero también queda mucho por hacer». El único consuelo es que esa tasa se eleva al 26% en Gipuzkoa, la más alta entre los tres territorios históricos.

María Uría, presidenta de Altuna y Uría; Miren Sotomayor, directora financiera del Grupo Uvesco (BM y Súper Amara); y Shandra Cordobés, directora de Tecnología de Tecnalia, coinciden en un montón de ideas cuando se les plantea el debate sobre el de las mujeres a puestos de responsabilidad y los inconvenientes que por su género se han encontrado a lo largo de su carrera o han percibido en otras compañeras.

Pero si en algo ponen todo su énfasis, si señalan una cuestión como imprescindible para romper las barreras que aún existen en el desarrollo profesional de las chicas, es en la necesidad de generar referentes «cercanos» desde la más tierna infancia.

En el hecho de que las niñas (y los niños) vean, conozcan y aprecien como espejos en los que mirarse, también a la hora de elegir sus estudios, a profesionales mujeres que «no hace falta que sean premios Nobel».

Basta, explican las tres directivas, con que sean la madre o la tía de cualquiera de sus amigos de la ikastola o del equipo de fútbol. «A veces puede ser más complicado explicarle a un niño que su ama trabaja programando datos o en ciberseguridad que de peluquera, pero hay que hacerlo», señalan.

«Empecé muy joven, y aunque dentro de la empresa no ha sido así, fuera de ella sí he tenido que demostrar más»

María Uría

Presidenta de Altuna y Uría

María Uría llevaba año y medio en la empresa que cofundó su aitite Alejandro cuando, de un día para otro, tuvo que asumir la presidencia de la misma; ETA había asesinado a su aita, Inaxio Uría, a escasos metros de la empresa y le tocaba en tan duros momentos tomar las riendas. «Mi padre era feminista y un adelantado a su tiempo. Siempre me insistió muchísimo en que si me formaba podría hacer lo que yo quisiera. Y me puso a trabajar en la obra, en producción, desde abajo», recuerda.

A su llegada a la presidencia, en un sector tremendamente masculinizado como es el de la construcción, no tuvo problemas, pero fuera, con clientes u otras empresas, sí le pesó su edad (31 años). No así su género.

«Me costó más vencer el estereotipo de ser la pequeña, la niña de las coletas. En algunas reuniones, si llevaba a un hombre junto a mí le miraban a él. En el sector sí he tenido que demostrar más , aunque con el paso del tiempo te vas ganando el respeto».

Ahora, añade, en Altuna y Uría, «hemos crecido mucho, y el 50% de los puestos de responsabilidad están ocupados por mujeres, bien después de promocionar bien fichadas de fuera». «La digitalización ha facilitado el al sector, aunque es verdad que quedan techos de cristal», dice.

¿Hombres, mujeres? La directiva lo tiene claro: «Todos podemos hacer de todo, hombres y mujeres, aunque lo hagamos de manera distinta; es la diversidad lo que enriquece al equipo». «Yo abogo por no perder ningún talento», añade. Y explica que en un momento en el que el talento escasea «las empresas tenemos que cambiar el chip y apostar por la flexibilidad y la concilización que piden los jóvenes, siempre con la solvencia presente», concluye.

«Sigue habiendo micromachismos y comentarios en entornos profesionales con los que hay que lidiar a diario»

Miren Sotomayor

Directora financiera de Uvesco

La donostiarra Miren Sotomayor pasó sus primeros años como profesional en el extranjero (República Checa y Estados Unidos) hasta ser la directora financiera de OHL en EEUU. Más de 13 años como expatriada en los que, afirma, nunca tuvo problemas por ser mujer, a lo que añade que «las oportunidades me las dieron hombres». También cuando su antiguo jefe en la constructora, Enrique Weickert, le llamó para incorporarse a DIA, de la que después saltaría a Uvesco (con un 42% de mujeres en los puestos directivos) en su regreso a casa. «Le dije a Enrique que sí, pero que quería ser madre (soltera), y no me puso ningún problema», rememora.

Lo que sí lamenta esta profesional, partidaria abiertamente de las cuotas de mujeres en la cúpula de las empresas, son los micromachismos. «Son esas microconductas que no son tan obvias y con las que hay que lidiar en el día a día aunque pienses 'este viejo que se vaya a casa'. Comentarios fuera de lugar que pueden llegar a afectar a la seguridad de las mujeres, sobre todo de las más jóvenes», explica.

La financiera reclama también que el sistema educativo facilite en mayor medida la ambición de las niñas: «Mientras a los niños se les ve como líderes a las niñas se les puede llegar a ver como las mandonas». «Hay que cambiar eso y romper el miedo a equivocarse», zanja.

«Algunas dicen: Esto no es para mí. Pero claro que puedes. Igual que todos. Hay que romper barreras desde bien niños»

Shandra Cordobés

Directora de Tecnología de Tecnalia

Shandra Cordobés, madre de tres hijas y que defiende a capa y espada aquello de generar referentes cercanos, forma parte de varias iniciativas, como Inspira Steam, para promover las profesiones científico-técnicas entre las jóvenes guipuzcoanas.

«Hay muy pocas chicas, y eso no puede ser. Tienen que saber que hay enormes oportunidades laborales, que se te van a rifar y vas a tener trabajo seguro», dice. «Hay que evitar que se frenen ellas mismas, que si una chica tiene esa chispa la pierda. Romper estereotipos también desde casa», señala esta doctora en Bioquímica en cuya empresa casi la mitad de la plantilla y de los puestos de responsabilidad están ocupados por féminas.

A juicio de Cordobés, «queda mucho por hacer entre gobiernos y empresas; en permisos, en flexibilidad...». Y explica que aunque en su caso también fueron hombres los que le ofrecieron la oportunidad, «en general, a las mujeres que se promociona se les exige más».

De todos modos reconoce que «los hombres tienden hoy mucho más a la corresponsabilidad». «Antes, quizas, los niños no eran para ellos, y eso está cambiando, lo veo por ejemplo en mi padre». Esa idea de contar también con un 'equipo' en casa que te apoye en tu desarrollo profesional es otra de las máximas en las que coinciden las tres directivas entrevistadas.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

¿Tienes una suscripción? Inicia sesión

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

diariovasco Mujeres en la cima de sus empresas

Mujeres en la cima de sus empresas