«Al irme al paro estaba asustado, pero me ha salido redondo»

Más allá de la suerte, que siempre influye, él tiene claro que «nadie va a venir a buscarte a casa», con lo que se ha volcado desde el primer día en mejorar su formación con la esperanza de regresar cuando antes al mercado. Y así ha sido. «He aprovechado para formarme, para sacarme el título 'First' de inglés, que lo tenía un poco atascado, y para hacer un curso de Medio Ambiente y Energías Renovables en la Cámara de Comercio», detalla este químico de formación que ha hecho valer su experiencia en el sector de la forja para enamorar a los responsables de la empresa Jamai, ubicada en Aduna, con instalaciones en Vitoria, China, India y, ahora, en EE UU.

«La formación es claramente lo que te abre puertas», sentencia. Agote no esconde que al ir al desempleo se impone cierto nerviosismo «por aquello de la brecha digital», pero insiste en que «todo eso lo salvas con actitud positiva».

En ese momento entra en la conversación Agustín Arandia, director de la empresa, quien deja claro que «la edad no es ningún problema para contratar».

«El director de calidad se va a nuestra sede de EE UU y necesitábamos a alguien potente, con experiencia y que pudiera arrancar, tirar del carro y asumir las responsabilidades desde el primer momento», señala el directivo. «El plazo de activación de una persona así es muy corto, con lo que, aunque tienes que pagar más resulta rentable», afirma. Arandia rompe una lanza en favor de los veteranos y recuerda que «en los próximos años se va a jubilar un 25% de la población». También lamenta la falta de vocaciones técnicas.