La Fiscalía trata de probar que el calzado encontrado en una maleta era de Pujana

Recibían las pruebas que sus compañeros recogían en el agroturismo de Aizarnazabal, en el Volkswagen at en el que Pujana viajó malherida o de cualquier otro lugar donde hubiera evidencias, las analizaban y en el caso de ser necesario, las redirigían a la unidad científica.

Una de las cuestiones en las que más se detuvo el Fiscal fue en un par de zapatillas que los agentes encontraron en el agroturismo en el que Pujana y la pareja acusada se alojaban. Allí «había dos maletas que tenían rastros de sangre en las ruedas, el asa y la zona de la cremallera y una bolsa -se entiende que también de viaje- que estaba limpia». Además de mucha ropa, «la mayoría de mujer», una zapatilla estaba «en una de las maletas y la otra en la bolsa, y también tenían rastros de sangre en la suela y el lateral». Los diversos agentes apuntaron y corroboraron que dichos rastros «no eran visibles a simple vista» y que los captaron gracias a las técnicas que utilizan con la luminiscencia.

Las zapatillas eran «unas Nike con el logo de la marca blanca en el lateral de cada una de ellas». El Fiscal trató de probar que pertenecían a Aintzane Pujana mediante un vídeo de la tarde del 1 de enero, cuando la víctima y los acusados se detuvieron en una gasolinera de Hernani a las 19.28 horas del 1 de enero de 2021. El objetivo era ese porque «el cadáver apareció el 4 descalzo».

Para ello, se mostró públicamente el primer vídeo en lo que va de juicio. En él se ve cómo el Volkswagen at pasa de los surtidores y aparca en forma diagonal delante del al establecimiento. La acusada se baja del vehículo desde el asiento de copiloto y según testificó un ertzaina anteriormente «entra, paga una barra de pan en efectivo, vuelve hacia el coche, entra de nuevo, compra una caja pequeña (no se consigue ver qué es) con tarjeta, sale y regresa al interior del establecimiento de nuevo y va a la máquina de tabaco».

Es en ese momento cuando se ve en el vídeo que Aintzane Pujana se baja del coche desde el asiento de detrás del conductor -«no se consigue identificar que es el acusado»- y camina para acceder al establecimiento. Son no más de tres segundos en los que la agente de la sección de inspección ocular de la Ertzaintza presente expresó que «no se puede acreditar» que el calzado que lleva son las Nike encontradas en los equipajes del agroturismo de Aizarnazabal por la baja calidad de las imágenes. «Puede ser cualquier tipo de calzado negro». Además, la defensa del acusado expresó que «en las fotos de la instrucción -que vieron tanto los testigos como el jurado popular- se ve claramente que la 'N' de Nike» y otra parte de la zapatilla «son naranjas, y en el vídeo no hay muestra de ello».

Por otro lado, y en cuanto a la declaración de un ertzaina que trató con los dos acusados cuando estaban en calidad de testigos, transmitió que «dijeron que sobre las 23.00 del 1 de enero ellos», que decían ser «los que gestionaban los encuentros sexuales» de Aintzane, «concertaron uno en Azpeitia que no se llega a producir porque ella había discutido con su novio, del que apuntaron que era muy agresivo». De vuelta en el agroturismo, según el relato del acusado en palabras del ertzaina, él le dijo a Aintzane que «'si vas a estar discutiendo, te marchas de aquí'. Y dijo que cogió el conejo (su mascota) y se fue».

El acusado, sin embargo, al llegar a la comisaría para declarar como testigo el 4 de enero -momento en el que tiene la obligación de decir la verdad- «no quiso repetir lo que nos había contado», aconsejado por su abogada.

Preguntado el agente por el comportamiento de los dos durante esos días, indicó que «eran testigos y se comportaban como testigos porque el foco era el novio de Aintzane».