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La bolsa de la compra ya no es el único objeto que impera en las salidas de los centros comerciales de Gipuzkoa, territorio que no se queda atrás en las nuevas tendencias globales y ve cómo poco a poco los antiguos comercios que acompañaban en estos lugares a los grandes supermercados se transforman en espacios de grandes cristaleras, luz ténue y una actividad continuada en su interior de levantamiento de pesas, carreras en la cinta de correr y clases de todo tipo.
Hablamos de los gimnasios ubicados en centros comerciales, uno de los últimos cambios culturales que ha llegado a nuestra sociedad impulsado por diversos factores que expone Adur Etxezarreta, un aresoarra que ha dado vida al gimnasio A27 Kirol Zentroa este mismo 2025. Está ubicado en el polígono industrial de Harizti en Olaberria, donde el principal reclamo de su centro comercial es un Carrefour. «Cuadraba con lo que tenía en mente en cuanto a espacio. La otra opción era hacerlo en una nave industrial, pero abrirlo en un centro comercial tenía sobre todo tres ventajas: la superficie y tipos de local que hay alrededor; ligado a ello está el escaparate que te ofrece, porque si estás en una nave la gente tiene que ir expresamente al lugar mientras que en un centro comercial todos los días pasa gente y estás en un sitio más visible; y otro punto importante era contar con un parking y que fuera accesible para los clientes», explica Etxezarreta, de 29 años. Para ello, a la entrada principal se encuentra en el interior del centro comercial pero hay otra que conecta directamente con el exterior, concretamente con el aparcamiento.
Como ha sucedido en muchos ámbitos de la sociedad, este de los gimnasios también ha vivido un antes y un después con la pandemia del Covid-19 y las respectivas restricciones sanitarias que se impusieron durante meses. Así lo atestiguan los nuevos hábitos de vida que muchos han adquirido después del confinamiento y así lo ratifican las cifras que cuantifican los gimnasios que el Instituto Nacional de Estadística tenía contabilizados en 2024 en Gipuzkoa.
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Según el INE, que tiene en cuenta las empresas que están adscritas en el apartado 93.13 del CNAE –el dedicado a las 'actividades de los gimnasios' en la Clasificación Nacional de Actividades Económicas–, en 2014 había 44 gimnasios en Gipuzkoa, una cifra que fue regular durante los siguientes años y alcanzó los 49 establecimientos en 2020, año de la pandemia.
En 2021 se registraron dos más, 51, y el gran salto sucedió en 2022 con nueve nuevos establecimientos en Gipuzkoa. Las últimas cifras, del año pasado, fijan en 64 las empresas que dedican su actividad económica a los gimnasios en nuestro territorio. Es decir, son veinte más que hace una década, un incremeneto del 45%, y la subida desde que explotara la pandemia hasta ahora ha sido del 30%.
30% Aumento en el número de gimnasios en 4 años
En 2020 el INE tenía registradas 49 empresas dedicadas a la actividad económica de los gimnasios en Gipuzkoa. Los últimos datos, de 2024, cifran en 64 los gimnasios en el territorio, quince más en apenas cuatro años.
Varias de esas últimas aperturas, como habrán podido comprobar en su entorno, se han dado en centros comerciales o en polígonos industriales. Uno de los más exitosos abrió en abril de 2023 en el centro comercial de Urbil, pero también los hay en el de Niessen en Errenteria o en zonas insdustriales de Irun, Azkoitia o Arrasate. El A27 de Olaberria es uno de los más recientes pero no será el último, ya que la misma cadena de gimnasios que gestiona el del centro comercial Urbil va a abrir otro en La Bretxa de San Sebastián cuando finalicen las obras. Incluso los hay en estaciones de autobuses, como en Pamplona o Bilbao.
Adur Etxezarreta
Responsable de A27 Kirol Zentroa
Adur Etxezarreta, que es también esquiador profesional y ha participado en tres Mundiales y fue olímpico en Pekín 2022, analizó en el pertinente estudio de mercado que desarrolló que «la de Goierri, en los alrededores de Beasain, era una zona interesante porque es un sitio con mucha población y no había gimnasios privados como el que nosotros hemos abierto. Hay polideportivos muy fuertes, pero no gimnasios privados».
Ese proceso llegó en una época de completa inactividad de su carrera profesional como esquiador debido a una grave lesión. «He estudiado el grado en Ciencias de la Actividad Física y Deporte –el antiguo INEF– y siempre he querido continuar mi trayectoria deportiva creando un proyecto así. Los últimos dos años los he pasado con una lesión grave en la rodilla y fue en ese momento cuando pensé que era el momento adecuado para poner en marcha un proyecto de este tipo».
Sin duda, otra particularidad de los gimnasios de la actualidad es el horario, al que poco le falta para estar abiertos las 24 horas. El de Adur Etxezarreta está disponible para recibir a sus clientes de seis de la mañana a doce de la noche todos los días de la semana y los 365 del año, aunque tiene truco. «Tenemos entradas automatizadas y los s entran gracias al código QR que les genera la aplicación móvil en la que están inscritos. El horario de la recepción es de 9.00 a 13.00 y de 16.00 a 20.00», pero ite que «esa es la teoría, porque estos primeros meses nos pasamos casi todo el día aquí para comprobar que todo funcione bien».
El amplio rango que ofrecen los horarios también los considera «un punto muy importante». Consiste en que «puedan venir a la hora que quieran y en hacer lo más cómodo posible la actividad de venir a un gimnasio a la hora que sea, ya sea antes de ir a trabajar, al mediodía, después o a última hora del día» en un entorno laboral en el que hay una gran actividad de empresas con turnos de trabajo que implican o entrar a trabajar muy temprano o salir de ellas muy tarde.
Preguntado Etxezarreta por las tendencias percibidas durante los primeros meses tras su apertura, tiempo en el que han superado los 300 abonados, el esquiador profesional y ahora también gestor de un gimnasio ya ha identificado los diferentes patrones existentes. «Hay gente que viene a las seis de la mañana porque quiere entrenar antes de ir a trabajar, y a esa hora hay un buen pelotón. Luego la mañana es bastante tranquila y la hora punta es, aproximadamente, de cinco a siete de la tarde. Y después a las diez de la noche viene también gente que sale de trabajar y quiere entrenar antes de irse a casa».
Teniendo un supermercado al lado, también están quienes primero cargan con las pesas y luego con la compra. «Claro, es la ventaja de estar en un centro comercial. No tienes que moverte para hacer las dos cosas, lo tienes todo en el mismo lugar».
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Miguel González | San Sebastián y Oihana Huércanos Pizarro
Beatriz Campuzano | San Sebastián
Elisa Belauntzaran e Izania Ollo | San Sebastián
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