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El Gobierno Vasco sigue buscando fórmulas para aumentar al máximo posible la disponibilidad de viviendas, también en espacios de la «ciudad construida» donde históricamente ... no han solido ubicarse domicilios. La última vuelta de tuerca en esa línea es el anuncio que el consejero de Vivienda, Denis Itxaso, realizó ayer de que flexibilizará la actual normativa sobre habitabilidad para permitir que alrededor de 7.500 locales comerciales en desuso en Euskadi puedan convertirse en viviendas. De ellos, unos 2.300 se ubicarían en Gipuzkoa. Para hacerlo posible, Itxaso avanzó que se reformará el decreto vasco de habitabilidad aprobado en 2022 para «facilitar» estos cambios de uso y se permitirá que las viviendas surgidas de estos procesos puedan acogerse al artículo 10 de dicho decreto, que regula la exención del cumplimiento de determinadas exigencias sin necesidad de que el planeamiento lo contemple previamente.
El consejero socialista hizo este anuncio durante el pleno de control del Parlamento Vasco, en respuesta a la pregunta de un parlamentario de su mismo partido. Itxaso señaló que «este Gobierno ha adoptado una posición de combate para actuar en todos los frentes en los que surja la menor posibilidad de aumentar la oferta de viviendas asequibles. El abanico de políticas desplegadas está presidido por la construcción de más viviendas, pero incluye también una acción decidida sobre la ciudad construida». Entre estas alternativas con «recursos, costes y plazos ostensiblemente menores», situó «la transformación de lonjas comerciales en desuso en viviendas».
Itxaso explicó que las estimaciones de Vivienda, basadas en sus propios locales, «indican que un 36% de las lonjas reúnen condiciones para transformarse en viviendas». Según datos del Eustat, existen en Euskadi un total de 142.000 locales comerciales. «Un cálculo prudente, basado en las zonas céntricas de nuestras capitales, las de mayor interés comercial, arroja un 15% de lonjas desocupadas». Es decir, en total serían 21.300 espacios vacíos, «un 36% de los cuales, más de 7.500, reúnen las condiciones para ser transformados en viviendas». No desglosó los datos por territorios, pero teniendo en cuenta que Gipuzkoa cuenta con el 31% de los locales comerciales de Euskadi (44.000), una extrapolación de ese porcentaje lleva a una cifra global de 2.325 locales vacíos en Gipuzkoa susceptibles de convertirse en vivienda.
A juicio del consejero, se trata de «un volumen nada desdeñable que merece ser considerado entre las políticas públicas de estímulo a la oferta», por lo que avanzó «un compromiso firme y concertado para facilitar y flexibilizar las condiciones aplicables a estos cambios de uso en los locales comerciales».
Itxaso aclaró que se refiere a locales comerciales «no ubicados en zonas de interés comercial y en los que no exista la opción de favorecer la implantación de actividades radicadas en planta de vivienda, como pueden ser oficinas, despachos, consultorios...». Además, indicó que estos locales en desuso, «al estar desocupados y presentar ese frente de fachadas cerradas y persianas bajadas, dan lugar en muchos casos a problemáticas de tipo urbano y social». Por tanto, anunció que «el Gobierno se dispone a dar un fuerte impulso a estas políticas flexibilizando el decreto de habitabilidad vigente desde 2022 para facilitar estos cambios de uso».
La intención de esta reforma legal es «asimilar las viviendas procedentes de la reconversión total o parcial de edificios de uso industrial o terciario y también de las lonjas comerciales situadas en planta baja con los requisitos exigidos a las viviendas colaborativas o los alojamientos dotacionales». Y, en segundo lugar, «permitir a las viviendas surgidas de estos procesos acogerse al artículo 10 del decreto de habitabilidad que regula la exención del cumplimiento de determinadas exigencias sin necesidad de que el planeamiento lo contemple previamente».
Itxaso explicó que «pretendemos flexibilizar al máximo el diseño de las posibles viviendas en cuestiones hasta ahora limitantes y relativas al soleamiento, las orientaciones o las distribuciones interiores para favorecer el incremento de oferta de vivienda, garantizando siempre una superficie mínima de 35 metros cuadrados y una altura mínima de 2,6 metros que evite la proliferación de infraviviendas». Recordó también que para alcanzar la plena efectividad de estas medidas deben producirse algunos cambios en normativas urbanísticas municipales cuya conveniencia se ha recogido en el protocolo que Vivienda espera suscribir pronto con Eudel.
Los cambios normativos que impulsará Vivienda se enmarcan en el nuevo decreto de Medidas Urgentes que el departamento ya ha empezado a tramitar y que confía en que pueda estar aprobado para final de año.
A modo de conclusión, el consejero de Vivienda aseguró que «Euskadi no puede permitirse mantener tantos locales comerciales en desuso, vacíos y cerrados, mientras la ciudadanía no encuentra oferta suficiente de vivienda para desarrollar sus proyectos de vida». Advirtió que «ni esta medida ni ninguna otra son panaceas que vayan a resolver por sí mismas la crisis habitacional», pero consideró que «todas las medidas que estamos adoptando, combinadas en su conjunto, darán resultado a medio plazo demostrando que el problema de la vivienda tiene solución».
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