China defiende su desescalada y critica las restricciones internacionales

Ahora, la situación se repite: China vuelve a ser la zona cero de la pandemia y diferentes países –entre ellos España, Italia y Estados Unidos– exigen a quienes vuelan desde allí un test negativo o, en el caso de nuestro país, el certificado de vacunación. Japón incluso confina durante siete días a quienes den positivo. Y Pekín reacciona de la misma forma. «Las restricciones a los ciudadanos chinos son discriminatorias», bramó este viernes el diario oficialista 'Global Times', obviando que la propia China también exige a los viajeros una PCR 48 horas antes del vuelo.

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Independientemente de los condicionantes políticos, diferentes expertos consideran que las medidas implementadas por países en los que ómicron circula libremente tienen poco sentido, ya que no se han detectado nuevas variantes entre los pasajeros llegados desde China. Pero sí hacen hincapié en la importancia de que el país comparta información veraz y actualizada sobre la situación que está provocando el tsunami de contagios que sufre.

A ese respecto, el régimen se defiende. «Seguimos monitorizando miles de muestras y no hay razón para esconder al público ningún elemento alarmante», comenta un experto del Centro de Control y Prevención de Enfermedades de China al rotativo controlado por el Partido Comunista.

Sin embargo, el director del de expertos que lidera la respuesta al covid, Liang Wannian, reconoció este viernes que es imposible conocer en este momento la magnitud que ha adquirido la ola. Eso sí, prometió que el país será transparente con el número de muertos cuando haya pasado lo peor.

«Estamos determinados a no permitir que los países que tratan de difamar a China se salgan con la suya», criticó la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Hua Chunying, quien defendió la abrupta desescalada del país después de tres años de 'cero covid'. «Hemos antepuesto las vidas de la población a todos los demás condicionantes tratando de preservar su salud. Así hemos conseguido esquivar los ataques más virulentos del virus evitando que se materialicen las proyecciones que vaticinaban millones de muertos y ayudando al mundo a combatir la pandemia y a mantener a flote la economía», argumentó, vaticinando un fuerte repunte de esa última para el año que arranca mañana.