Profesores judíos de la Universidad de Haverford condenan el «falso antisemitismo» de los republicanos del Congreso

«Rechazamos la premisa de que las audiencias sean sobre la preocupación por el antisemitismo», señaló Lindsay Reckson, profesor de Literatura y uno de los autores de la declaración de Haverford. «Son teatro político destinado a intimidar a las istraciones universitarias para sacrificar su compromiso con la libertad académica, y un esfuerzo para silenciar y vigilar las voces propalestinas en el campus, incluidas muchas voces judías».

La carta fue enviada con antelación a la audiencia del miércoles en la que se espera que el Comité de Educación y la Fuerza Laboral de la Cámara de Representantes fría a preguntas a los presidentes del Haverford College, Pensilvania, de la Universidad de DePaul, de Chicago y la Politécnica de California, en San Luis Obispo, por lo que considera una actuación no suficientemente dura en la represión de las protestas propalestinas en sus campus.

El memorado expone a varios del comité que les investiga, de provenir de distritos con antecedentes de incidentes neonazis, como el congresista Mark Harris de Carolina del Norte, que en el pasado dijo que «hasta que los judíos y musulmanes acepten a Jesucristo, nunca tendrán paz en el alma o en su ciudad».

Asimismo, revela que la Universidad Estatal de los Apalaches en el distrito de Carolina del Norte, que representa Virginia Foxx, miembro del comité, está excluida de la investigación del congreso a pesar de las actividades de propaganda abierta de grupos antisemitas como la divulgación de material racista y la realización de pintadas de esvásticas en el campus y contra el vehículo de estudiantes judíos. También expone que la asociación del congresista de Michigan Tim Walberg, presidente del comité, y el Instituto Moody de la Biblia «instruye a los estudiantes para convertir a los judíos al cristianismo».

Los docentes condenan también a la miembro del comité, Mary Miller de Illinois, por citar a Hitler en un discurso fuera del Capitolio el día previo a los ataques del 6 de enero (del que después se disculpó), diciendo que 'tenía razón' al decir que «el que tiene a la juventud tiene el futuro». Acusan asimismo a Mark Messmer, de no criticar el «antisemitismo supremacista nazi y blanco« en su distrito y Estado, y a Elise Stefanik de Nueva York, por respaldar a un candidato que elogió a Hitler como «el tipo de líder que necesitamos hoy». Las denuncias se extienden a Randy Fine de Florida, un congresista judío republicano que amenazó con quemar su propia sinagoga por contratar a un miembro del colectivo LGBTQ+.

El memorando sigue al informe de marzo del Consejo Académico de la Voz Judía para la Paz que denunció el Proyecto Esther como un plan de la derecha para socavar la solidaridad propalestina en el país. Una iniciativa que, según la organización, busca «repetir y fortalecer las consignas antisemitas» como la teoría de la conspiración de que los judíos poderosos controlan los movimientos de justicia social.

Los estudiantes y la facultad judíos de Haverford, han firmado declaraciones separadas que acusan al comité de «armarse con nuestro dolor y angustia», y de ignorar sus voces en la discusión pública actual sobre el antisemitismo. El manifiesto coincide con el aumento de las críticas por parte de profesores y estudiantes hebreos en las universidades contra las acciones de la istración Trump en su intento de controlar a las entidades de educación superior en nombre de la lucha contra el antisemitismo.