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En las Navidades post Covid de la vuelta a la normalidad, a los abrazos, a la vida social y a las grandes reuniones familiares, cinco políticos vascos nos cuentan sus 'fiestas' más personales y nos hablan de sus regalos. Y confiesan que los mejores que han recibido este año que está a punto de acabar no son precisamente regalos materiales, todo lo contrario, son sentimentales.
Markel Olano | PNV
A Markel Olano le encantan las Navidades, especialmente el día de hoy, una fecha señalada en Beasain. Para el diputado general de Gipuzkoa este es un tiempo para estar «en familia» entre su pueblo natal y Hondarribia. Padre de un hijo pequeño, Peru, reconoce que con niños en casa estas fiestas son mejores, «la ilusión es mágica y se contagia, como la llegada tan especial de Olentzero». No tiene duda de que este año dejará una buena ración de carbón a Vladimir Putin por haber iniciado una guerra tan cruel. «Mi apoyo al pueblo ucraniano y a las personas que han encontrado refugio aquí, en Gipuzkoa», confiesa. Pero no solo el presidente ruso se merece carbón, también «el individualismo» que, asegura, se extiende por el mundo y también en Gipuzkoa. «Nuestro territorio siempre ha sido solidario con las personas más vulnerables y debemos mantener estos valores», destaca.
Como vasco y euskaldun, el descubrimiento de la 'mano de Irulegi' ha sido una de las grandes noticias de 2022, «un regalo para los que nos sentimos parte del país del euskera. Un hito histórico que permitirá saber más sobre la evolución del euskera. Pensar que una persona hace más de 2.000 años grabó la palabra 'Sorioneku' en una mano de cobre que colocó en la entrada de una casa... resulta emocionante».
Mertxe Aizpurua | EH Bildu
La Navidad de Mertxe Aizpurua sabe a compota de manzanas de Errezil. Un delicioso plato de su amona, que ahora cocina su madre y que en el futuro le tocará preparar a ella. Es una tradición familiar: «Una receta riquísima que comemos solo hoy y no la volveremos a probar el resto del año, y eso la hace especial». La diputada de EH Bildu por Gipuzkoa pasa las Navidades entre Iruña y Usurbil. Desde que está en Madrid lo que más añora es pasar días agradables, con paseos por el monte, y ratos con familia y amigos. Sabe que esta noche Olentzero le traerá pendientes, «así no falla», dice entre risas. Pero el mejor regalo ya lo tiene, y lo comparte con su compañero de página, Markel Olano: «Para todos los euskaldunes el mejor regalo es el hallazgo de la 'mano de Irulegi'. Ha sido emocionante y que la inscripción sea 'Sorioneku' es algo precioso».
¿Y el carbón? «El Tribunal Constitucional se merece paletadas de carbón porque la crisis que ha provocado es inédita. Se legisla en nombre de la ciudadanía y este tribunal ha arremetido contra esto, es gravísimo». Por eso, a 2023 le pide que la «vida nos sonría un poco más a todos, pero sobre todo a las personas más vulnerables».
Eneko Andueza | PSE-EE
Otras Navidades también repartidas geográficamente, en este caso entre Euskadi y Zamora. Para Eneko Andueza volver a disfrutar de estas fiestas con su mujer, sus cuatro hijos y en familia, y al lado de su abuelo, es el mejor de los regalos en el plano personal. Su abuelo, su referente en la vida, les dio un buen susto en agosto: «Estuvo muy pachucho, pero al fin pudo remontar. A sus 94 años la vida le ha dado una prórroga que tenemos que aprovechar. Le trajimos del pueblo, de Morales del Toro, a Eibar, para poder disfrutar de él». Pero además, el hito de 2022 para Andueza es haber recuperado la normalidad, la vida social que la pandemia interrumpió, las comidas con amigos... Y de mesa y mantel, el líder de los socialistas vascos sabe mucho. Estos días se pone el delantal y toma el mando de la cocina. ¿Sus platos? Caracoles, además de otros menús que prepara con producto de temporada, como ciervo o rabo con carrilleras, «que espero que harán las delicias de la concurrencia, sobre todo, de mi mujer», bromea.
Como muchos de sus colegas de la política, también regalaría carbón al presidente ruso, «pero nada de dos o tres piedras, Putin se merece toneladas de carbón porque ha puesto patas arriba el orden mundial, nos ha generado unos problemas económicos gravísimos y nos ha causado un dolor absolutamente innecesario».
Pilar Garrido | Elkarrekin Podemos
Pilar Garrido recuerda cómo hace 12 meses al brindar por el nuevo año, las celebraciones ponían el acento en ese esperanzador panorama que se abría y que dejaba atrás años de Covid, «pero la realidad apenas tardó unas semanas en darnos otra bofetada con la guerra de Ucrania, cuyos efectos golpean a miles de familias vascas que están con el agua al cuello por una inasumible factura energética», asegura.
La diputada de Unidas Podemos y coordinadora de Elkarrekin Podemos tiene claro que el mejor regalo es comprobar que la desigualdad se ha situado por debajo del nivel preCovid gracias «a las medidas aprobadas por el Gobierno de coalición a impulso de Unidas Podemos». A su juicio, tratar de garantizar vidas dignas es el mayor regalo. Y como «defensora de lo público» para garantizar el Estado del Bienestar, apuesta por Sanidad y Educación públicas. Considera «insostenible el deterioro de la sanidad vasca, por lo que los responsables de Osakidetza se merecen el carbón de este año».
Ella pasará las fiestas con sus hijas en Deba, «mi pueblo». Sus Navidades son clásicas, cuenta, y las disfruta con los amigos a los que la política le impide ver a menudo».
Muriel Larrea | Partido Popular
«Cuando conoces lo dura que puede ser la vida, cuando no lo has tenido fácil, aprendes a valorar las pequeñas cosas». Muriel Larrea explica con estas palabras que en esas pequeñas cosas está su mejor regalo. Confiesa que nunca ha sido materialista y disfruta más dando que recibiendo. Que le gusta ver cómo los demás son felices. «Para mí han sido muy especiales las primeras palabras del menor de mis cuatro hijos, ver cómo la mayor crece, un café con mis padres, una sonrisa cómplice con mi marido...», explica. Para ella, la felicidad es su familia, tener a todos en casa. Con todos pasará estas Navidades, y esta misma noche ya disfrutará de la deliciosa sopa de pescado que prepara con mimo su padre, que junto a su cuñado son los cocineros 'oficiales' de esta fiesta.
A Muriel Larrea le gustaría enviar carbón a Sánchez. Dice que está destruyendo lo construido en base al acuerdo de aquellos que supieron crear un país desde la concordia para que pudiéramos disfrutar de unas vidas llenas de oportunidades, «Sánchez nos está vendiendo por 30 monedas de plata. Es como Nerón, toca el arpa mientras observa arder Roma», sentencia. Y su mayor deseo es que 2023 traiga el fin de la guerra de Ucrania.
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