El PSE reivindica la figura de Juan Priede como «baluarte para la democracia»

Para el dirigente socialista, Juan Priede fue «un imprescindible» porque junto con los concejales socialistas «en los peores momentos del azote del terrorismo» dieron un paso al frente. «Fueron el baluarte para que la democracia subsistiera en el País Vasco. Aquí se hizo un apartheid político que lo sufrimos sobre todo los no nacionalistas y los socialistas. Por eso mataron a Juan Priede, por ser socialista», ha asegurado.

Un emotivo acto para salvaguardar su memoria, con el compromiso de evitar que se repita la historia. «En honor a los ausentes y en virtud del impresionante valor que ha supuesto no ser nacionalista en Euskadi, aclamamos la memoria de estas víctimas, de Froilán Elespe, asesinado hace 22 años, y de Juan Priede, hace 21 años, ya que mantenerlos vivos, es la única garantía de un presente y un futuro en el que no vuelva a ocurrir jamás que se asesine a quienes pensamos diferentes a quienes defendemos la pluralidad».

Fue un 21 de marzo del año 2002, pasadas las dos de la tarde, que Juan Priede acudió como acostumbraba a tomar el café en el bar Gure Txoko del casco viejo de Orio. Sus escoltas le habían acompañado hasta su vivienda en la calle San Nicolás, antes de marcharse a comer. Alertados por un chivatazo, dos de ETA bajaron de un vehículo (Peugeot) —donde les esperaría un tercero al volante, Pedro Cano—, entraron en el local y tras localizar de espaldas al edil socialista acodado en la barra, realizaron tres disparos a corta distancia, uno de ellos en la cabeza que resultó mortal.

A sus 69 años, Priede dejó huérfanos a sus tres hijos, Ana, Juan Carlos y Javier, convirtiéndose así en el quinto político del PSOE que perdió la vida en atentado desde el final de la tregua, en diciembre de 1999. «Mi aita nos decía: 'si me pasa algo, nada de venganzas, recordad que esta es vuestra tierra», aseguraba su hija a este periódico hace justo un año, cuando se cumplían veinte años de la tragedia.

Unai Bilbao Solaetxe e Iñaki Bilbao Goikoetxea, del comando 'Bakartxo', fueron detenidos y condenados a 45 años de prisión como autores materiales del asesinato, junto otros cuatro de la banda terrorista. Otro de los implicados, el etarra Asier Eceiza huyó a Francia en donde permaneció hasta producirse su entrega por parte de las autoridades galas en enero de 2020. Eceiza ha sido recientemente condenado a 19 años de cárcel por participar como cooperador necesario del crimen.

Nacido en la localidad en la recóndita y hoy deshabitada aldea de Vallemoru, en el concejo asturiano de Ponga, aunque pronto se desplazó con su familia al municipio vizcaíno de Abanto, atraídos por la oferta de empleo en el sector minero. Militante del PSOE a lo largo de toda su vida, fue en los años 90 tras enviudar que decidió dedicar más tiempo a la política, consiguiendo para los socialistas el único asiento no nacionalista en la Corporación municipal de Orio. El mismo que hoy ocupa en la concejalía su hija Ana Priede Merchan.

En un ayuntamiento gobernado por el PNV, con otros dos concejales de EA y tres de Batasuna, Priede había logrado en las últimas elecciones aumentar sus votos un 14%, en plena campaña de acoso contra el Partido Socialista. Siempre discreto pero contrario a esconderse, una semana antes de su muerte, sus escoltas habían advertido cierta vigilancia sobre su persona tras participar en un homenaje a su compañero Froilán Elespe, asesinado un año antes por ETA. «La pluralidad es un valor que ha salido extremadamente caro en Euskadi», ha concluido Asensio durante su intervención.