Natalia Arroyo ha transmitido este lunes la importancia que para el vestuario tiene el partido del miércoles, de vuelta de la semifinal de Copa contra ... el Atlético de Madrid, consciente de que la eliminatoria está abierta con el 1-1 del pasado miércoles en Alcalá de Henares. La entrenadora de la Real ha señalado que «el empate de la ida nos lo deja todo abierto. Tampoco hubiera estado hecho si no encajamos al final (el Atlético empató en el 90). Ellas tienen la amenaza suficiente para saber que todo lo que no sea volver a hacer un buen partido no nos va a valer. Está todo abierto y tenemos opciones. Competimos bien en Madrid y tenemos que hacerlo mejor aquí».
Entrenadora y jugadoras son conscientes del momento histórico del club. «Es uno de los partidos más importantes que vamos a jugar desde que estoy aquí y, desde luego, es el gran partido de la temporada. Acumulamos experiencias en el pasado y lo aprendido del camino nos ha ayudado. La gente lleva días diciéndonos que hay que llegar a la final. La gente nos transmite que es el gran partido».
Dicho esto, también tienen la percepción de que el Atlético (vigente campeón de la competición) tiene más que perder. «En el partido de ida sí que tuve la sensación de que ellas tenían más que perder. La temporada nos dice que van mejor que nosotras. Es algo objetivo. Con el marcador tan abierto, todo está repartido, pero las más obligadas a pasar son ellas. Presión tenemos porque queremos pasar, pero lo vivimos como una oportunidad. Lo enfocamos desde la ilusión que nos hace llegar a una final».
Apela a la afición a acudir al Reale Arena para que haya un buen ambiente que empuje a las jugadoras. «Tenemos que intentar ser alguna más que el domingo en Zubieta, o muchos más. Siempre hemos tenido buenas sensaciones en el Reale Arena. A la jugadora le motiva, sabe que tiene que cumplir. Que esa calidez de la gente nos ayude. Que podamos mirar alrededor y cuando esté complciado poder correr por ellos».
El partido de ida dejó algunas lecciones. En el capítulo positivo, lo que hay que repetir, lo tiene claro la míster. «Necesitamos mucha de la solidez defensiva que tuvimos. Nos llegan y rematan, pero tiros lejanos. Conseguir que te tiren desde ahí, y no tanto desde situaciones de centro, es importante. Tenemos que repetir esa solidez y generosidad sin balón. Fueron secuencias largas de defender y nos va a volver a tocar. A todo eso debemos añadir concretar lo que generamos. Allí no le inquietamos lo suficiente a Lola como para llevarnos la eliminatoria».
Sobre el estado del vestuario, Arroyo desvela que las jugadoras «tienen ganas y están ilusionadas con repetir la final de 2019. Las que no la jugaron tienen ganas de hacer historia. Las veo motivadas y creyendo que es posible. Las veo con esa tensión de que nos va a tocar un partido duro».
Tampoco Natalia Arroyo vivió en la Real aquella final que supuoso el título en Granada, entonces con Gonzalo Arconada como técnico. Pero ha escuchado mucho. «Me han contado que el viaje a Granada fue una maravilla. No contar con una celebración después de la final es una de las pequeñas anécdotas que te cuentan. Fue una de las mejores finales de Copa que se recuerdan. Ojalá estemos en otra y ojalá podamos dar la sorpresa, porque si vamos a la final iríamos como las no candidatas».
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