«Rigor y orden» en el nuevo Las Palmas

Esta Unión Deportiva Las Palmas es muy diferente a la que arrancó la Liga. Se podría incluso ir más atrás en el tiempo y compararla con la de la pasada temporada, ya que entonces las cosas acabaron estropeadas con García Pimienta en el banquillo, a pesar de lograr la salvación. En verano el catalán se marchó al Sevilla y le sustituyó en el cargo Luis Carrión, que pretendía dar continuidad al estilo de juego que había implantado su antecesor. Transcurridas nueve jornadas sin victorias y con el equipo colista, la dirección decidió revertir la situación con la contratación de Diego Martínez.

El técnico gallego se puso al frente de la nave el 9 de octubre y en siete jornadas ha conseguido revitalizar al conjunto amarillo. Ha sumado cinco victorias y tan solo dos derrotas durante este periodo en el que el equipo ha ascendido hasta la decimocuarta posición de la tabla, a cinco puntos de la zona de descenso.

«A este equipo le faltaba rigor y orden, es lo que ha detectado y le ha dado Diego Martínez a base de entrenamientos», descubre Alfredo del Castillo, entrenador con una amplia trayectoria en el fútbol guipuzcoano. Por sus orígenes es también un gran conocedor del fútbol canario en general y de la Unión Deportiva Las Palmas en particular.

«El Las Palmas ficha un estilo de juego combinativo y una filosofía con García Pimienta. Lo que ocurre es que este equipo había perdido equilibrio después de pérdida. Ahora mismo es menos combinativo, pero tiene más alternativas», puntualiza.

Preguntado por las fortalezas del próximo rival de la Real, Del Castillo destaca que «el equipo sigue siendo bueno técnicamente» y pone como ejemplos la «calidad» de Kirian y el «desborde y la continuidad en el juego» de Moleiro. «El jugador canario tiene un talento inmenso, pero le falta disciplina y rigor y para eso ha venido Diego Martínez». Observa que el cuadro canario «antes ejercía una presión alta, mientras que ahora es más dado al repliegue. Se abría mucho, pero no se estrechaba y le hacían mucho daño. Ahora ya no encaja tanto porque se cierra mejor».

«En estos momentos ves al Las Palmas jugar y se nota que está entrenado sin balón. Cuando no lo tiene junta las líneas y ya es más difícil hacerle daño. Eso se lo ha dado Diego Martínez», valora el entrenador canario. Eso sí, considera que esos aspectos de mejora se han logrado gracias a los futbolistas de fuera. «Hemos perdido 'canariedad'. Ese orden y rigor se lo da la gente de fuera».

En este sentido, recuerda una de las frases que pronunció el capitán del conjunto amarillo Kirian antes de que se produjera el cambio en el banquillo: «No sabemos jugar a otra cosa». Del Castillo cree que «se ha demostrado que sí se sabe jugar a otra cosa. Se ha tenido que adaptar a lo que se exigía, porque era un equipo muy largo, que no dominaba las áreas y muy blando defensivamente».

La Unión Deportiva Las Palmas ha mejorado en diferentes registros, pero Del Castillo señala a la línea defensiva de cuatro como la más débil del cuadro canario. «Es la zona del campo donde los futbolistas están menos dotados, no van sobrados para sacar el balón jugado, por lo que una buena presión de la Real le puede hacer sufrir mucho en salida. Es un equipo acostumbrado a una construcción limpia desde atrás y si le quitas el caramelo se le van a complicar las cosas». Además, también advierte que «es un equipo que sufre mucho a pelota parada».

El conjunto de Diego Martínez llegará al Reale Arena con las sensibles bajas de Fabio Silva y Álex Suárez por sanción. Del Castillo cree que McBurnie podría entrar por el primero en la delantera, mientras que Juanma Herzog reemplazaría al segundo en la zaga. Su apuesta de once para el domingo estaría formado por Cillessen en la portería; Marvin, McKenna, Mármol y Muñoz en la línea defensiva; Javi Muñoz y Essugo en el doble pivote; Moleiro, Kirian y Sandro en la tercera línea del campo y el escocés McBurnie en la punta de ataque.