Donostia suspende Santo Tomás

No habrá Santo Tomás. Se confirma lo que parecía inevitable con los datos epidemiológicos de los últimos días en la mano. La pandemia del coronavirus obliga a San Sebastián a cancelar por segundo año consecutivo su feria del próximo día 21. El Ayuntamiento ha confirmado esta tarde la noticia de la suspensión avanzada por este periódico, al optar por la «prudencia» ante la «mala evolución de la situación sanitaria en la ciudad y en el territorio». Habrá que confiar ya en 2022 para degustar los talos de txistorra y compartir una botella de sidra entre amigos, y quién sabe si habrá que pensar en una próxima edición para las cabalgas y desfiles de navidades y la Tamborrada, que también están en el aire y afectan también a Azpeitia. Su celebración o no «se irá decidiendo conforme avancen las fechas» en función de la «situación sanitaria y de las particularidades asociadas a cada evento».

La decisión de suspender Santo Tomás se ha tomado de forma conjunta en una reunión entre Eudel y los alcaldes de San Sebastián y Bilbao en la que se ha analizado la situación epidemiológica, al hilo de lo que «ha ocurrido ya en otras festividades del territorio», tales como las ferias de Santa Lucía en Urretxu y Zumarraga, la de San Andrés en Eibar, la de la alubia en Tolosa o las fiestas de San Nikolas en Orio. Por la tarde se ha sumado a esta decisión el Ayuntamiento de Irun, «siguiendo las indicaciones del comité técnico del LABI».

Los datos no dejaban sitio para la esperanza y también ha caído Santo Tomás. Gipuzkoa tiene la peor cifra de incidencia acumulada por Covid-19 de España con 952 casos por 100.000 habitantes a 14 días. Con el territorio liderando la expansión del Covid-19 en el Estado y la sexta ola cabalgando a sus anchas por todo Euskadi, las opciones de celebrar una feria multitudinaria como Santo Tomás parecían remotas. Y así ha sido. San Sebastián y Bilbao suspenden Santo Tomás, como también habían decidido hacer ya Lezo o Pasai Antxo.

Según explica el comunicado consistorial, ha recibido por parte de la comisión técnica que asesora al LABI un informe en el que se recogen «los datos epidemiológicos y las razones por las que no se considera oportuno ni conveniente organizar la tradicional feria de invierno debido a la acumulación de personas en los diferentes recintos así como en los establecimientos de hostelería».

El alcalde de Donostia, Eneko Goia, lamenta «de corazón» haber tenido que tomar esta decisión, «pero el sentido común y la prudencia aconsejan que pospongamos esta celebración tan querida por donostiarras y quienes nos visitan». «Santo Tomás es una fecha muy señalada en nuestro calendario vital, y tomar la decisión de suspender la fiesta se hace duro. Pero es necesario y pertinente hacerlo en esta situación», añade.

Cabe recordar que cuando se anunció la celebración de la feria, el Ayuntamiento donostiarra siempre condicionó este y otros festejos a a la situación sanitaria. Lo que entonces pocos imaginaron es que fuera a ser tan mala. Los organizadores de la feria de Santo Tomás han ido manejando diferentes escenarios por si las fiestas se podían salvar con la adopción de algunas medidas que aliviaran la presión de las inevitables aglomeraciones en los espacios clave de la feria. Así, según ha podido saber DV, se había llegado a barajar, por ejemplo, sacar la cerda de Santo Tomás de la plaza de la Constitución para ubicarla en otro lugar más abierto y menos concurrido como la plaza Oquendo.

También se ha barajado algún movimiento para eventos como la Tamborrada, pero por ahora esta fiesta aún se ve lejana.

• Temas
• Ómicron
• Santo Tomás (Feria y Mercado)