

Secciones
Servicios
Destacamos
Fue modelo, presentadora de televisión, traductora y «un poco blogger». Ha hecho de Instagram la ventana por la que se asoma al mundo para compartir ... experiencias turísticas y retazos de su vida. Aunque huye de las etiquetas, se define como una argentina que muestra Euskadi al mundo.
– Dice que le gusta jugar a ser periodista. ¿De ahí sus incursiones en televisión?
– Solo soy periodista de pasión. De profesión, soy traductora de inglés. Mis primeros pinitos en la tele fueron con 18 años en Argentina. Me sirvió para ir aprendiendo. Soy una persona muy observadora...
– ¡¿Con 18?!
– Sí, cuando gané el 'Miss'.
– ¿Cómo el 'Miss'?
– Fui Miss Entre Ríos, la provincia donde nací. Empecé haciendo un programa que era algo así como si hoy se llamase 'Vístete por 20 euros'. Salía a la calle a hacer un look por ese precio. Eso fue en mi ciudad natal, Paraná.
– ¿Cómo aterriza en Donostia?
– A los 19 años me vine a España con mi marido, Federico Van Lacke, que es jugador de baloncesto. San Sebastián fue la última ciudad en la que aterrizamos cuando a él lo fichó el GBC. Ahora ya está retirado y nos hemos quedado aquí.
– ¿Y aquí piensan quedarse?
– Creo que he encontrado mi espacio en el mundo y mira que soy viajera... Llevo 20 años cambiando de sitio...
– ¿Le ha atrapado la ciudad?
– Es un paraíso. Muchos no saben lo que tienen. Hay que vivir en otro sitio para saber que esto es un paraíso. Es una ciudad pequeña en la que queda todo a mano, la gente es súper educada hay monte, hay mar... Ayer hice buceo y llevo ya un año haciendo surf. El mar me ha atrapado. De Donostia, me gusta todo: la belleza que mantiene en su cultura, la gastronomía, estratégicamente está bien situada... También me gustan sus tradiciones. Mi familia y yo somos unos enamorados de la Tamborrada.
– Se ha adaptado tanto a San Sebastián que ejerce hasta de embajadora de esta tierra. Incluso nos la vende a los donostiarras. Eso sí que es venir y vencer.
– Cuando uno nace en una ciudad, da por sentado lo que tiene y le gusta conocer más lo de afuera que lo suyo. A pesar de que yo vivo aquí y me he adaptado, sigo manteniendo mis ojos de turista. Los he mantenido en todas las ciudades en las que he vivido. Trato de conocer todos los días algo nuevo. No tienen que ser grandes cosas. Puede ser una casa, una calle... Y sí, es cierto que soy embajadora porque, sin quererlo, he ido mostrando cosas de San Sebastián y Gipuzkoa, como planes para hacer con niños. Lo mejor es que a la gente le ha gustado porque prefiere que le des el contenido masticado.
– ¿Vende planes?
– Hago una especie de reportaje turístico. Les digo el sitio, dónde aparcar, por cuánto dinero les va a salir, si es o no para ir con niños... Así pueden organizarse. Hago de traveller, entendiendo el concepto como el de una influencer de viajes.
– A usted, ¿cómo le gusta definirse? ¿Cómo instagramer? ¿Como traveller?
– Odio las etiquetas. Soy una persona a la que le gusta hacer muchas cosas a la vez. Soy mucho de todo y experta en nada. Puedo hacer de todo, menos de cocinera porque se me queman hasta los bizcochos.
– Lo que sí confiesa ser es experta en mudanzas, con 15 a sus espaldas.
– No, ¡18! He hecho mudanzas embarazada, con bebé y algunas de ellas, internacionales. Me han enseñado a tener menos cosas.
– No se aferra a lo material...
– Lo único a lo que me aferro es a las fotos. Tengo una maleta debajo de mi cama en la que guardo lo indispensable. Si el edificio se incendiara, solo tendría que sacar esa maleta. Es 'la maleta'.
– ¿Como los espías de película que tienen que huir cuando descubren su falsa identidad y salen corriendo con sus pasaportes, dinero y otros documentos?
– ¡Igual! Yo tengo el pasaporte español y el argentino, cuatro o cinco fotos de mis hijas y una pulsera de oro que me regaló mi madre y que a ella se la regaló mi abuelo a los quince. Lo demás se puede comprar.
– No hace falta tanto para vivir.
– Es algo que trato de enseñar a mis hijas. No se necesitan tantos juguetes ni ropa. No vale la pena ir cogiendo peso en la vida. Ahora, para mi cumpleaños, no me regalo cosas, me regalo momentos. En este último me contraté un bautismo de buceo.
– Con tanto influencer, ¿cómo logra una hacerse un hueco en este mundo para sobrevivir?
– Mi hija quiere ser youtuber. No le digo que no. Le digo que tiene que saber de comunicación, marketing, diseño, periodismo... y luego encontrar algo que verdaderamente le apasione para poder transmitirlo. Y como todo en la vida, con esfuerzo, trabajo y una pizca de suerte, se puede lograr. No hace falta ser el Messi de YouTube para ser feliz. Se puede jugar en tercera división y sentirse realizado.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
¿Por qué ya no vemos tantas mariposas en Cantabria?
El Diario Montañés
Publicidad
Publicidad
No te pierdas...
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.