«La semana que viene me va a ser imposible conciliar»

La huelga afectará a toda la red pública del sistema educativo vasco -enseñanza no universitaria-, pero se dejará sentir mucho más en Donostia y Azpeitia, localidades que el lunes celebrarán el Día de San Sebastián y donde el martes, 21 de enero, tampoco habrá colegio, porque es festivo para los docentes. De este modo, la próxima semana se dará en las dos localidades una tormenta perfecta, ya que se juntan lunes y martes sin clase para los niños por dos festividades, y miércoles y jueves comprometidos por la huelga de la red pública. Estos paros afectarán a miles de familias en el País Vasco, muchas de las cuales llevarán a sus hijos a clase por la imposibilidad de conciliar.

«Ha tocado así, ya lo sé, pero la semana que viene me va a ser imposible conciliar y que el niño se quede en casa», apuntaba ayer Ane, madre de un niño que va a un colegio público de San Sebastián, donde tan solo el viernes estará totalmente garantizado el servicio escolar completo. En algunos centros públicos de la capital del territorio se han organizado ludotecas para el martes 21 -festivo en el calendario escolar- «en las que tengo que pagar 30 euros por dejar al niño hasta las 16.30 horas», subrayaba la misma ama.

«Son tres días seguidos laborables -martes, miércoles y jueves- y no tengo con quién dejar a las niñas», lamentaba por su parte ayer otro padre en la Parte Vieja de San Sebastián, quien también apuntaba que «entiendo los motivos de la huelga, pero esto genera complicaciones en algunos hogares».

Las movilizaciones se producirán los días 22 y 23 de enero y 26 y 27 de febrero, en el caso de los docentes de la educación pública no universitaria, los días 28 y 29 de enero y 12 y 13 de febrero para el personal del Consorcio de Haurreskolak y los días 30 y 31 enero y 19 y 20 de febrero, cuando ha sido convocada la plantilla de limpieza y cocina.

Haizea Arbide Aza, representante de Steilas, apuntaba ayer a este periódico que «si hemos llegado a esta situación es porque después de varios intentos de negociaciones no vemos ninguna voluntad por parte del Gobierno Vasco de resolver este conflicto». «Hemos constatado mucho enfado entre los trabajadores de la pública», sentenciaba.