Sanidad y las comunidades extienden AstraZeneca hasta los 65 años para acelerar la vacunación

El consejo dio luz verde a la decisión del ministerio que dirige Carolina Darias de retomar a partir de mañana la vacunación con la fórmula británica, que fue suspendida el pasado lunes a raíz de las sospechas de que hubiera podido influir en la treintena de tromboembolias registrada en varios países.

Este hecho ha generado un cierto recelo en parte de la sociedad hacia este compuesto que, según insistió ayer la ministra, «es seguro y eficaz» tal como la pasada semana concluyó, a su manera, el comité de seguridad (PRAC) de la Agencia Europea del Medicamento (EMA), que señaló que «los beneficios» de esta vacuna «superan con creces a los riesgos». Eso sí, reconoció que no se podía descartar totalmente que los trombos y problemas de coagulación tuvieran algún tipo de vínculo con la inoculación de la fórmula.

En este sentido, Darias comprendió que las dudas sobre esta profilaxis pueden ser comprensibles, pero no van a servir como excusa para que la ciudadanía pueda elegir la vacuna que se le vaya a istrar cuando le toque la vez. «Es algo que no está contemplado», señaló en primera instancia cuando se le preguntó al respecto en la rueda de prensa de ayer. «Quien se niegue a ser vacunado (con AstraZeneca), no será vacunado», añadió.

En el regreso de la vacunación, la idea es comenzar con el colectivo de profesiones esenciales, como policías, bomberos y profesores, pero también «de forma simultánea» con las personas «de 55 a 65 años», que hasta ahora habían quedado en una suerte de limbo, a pesar de que dado su edad tienen más riesgo que otros trabajadores de entre 40 y 55 años que estaban siendo inmunizados con AstraZeneca.

El compuesto desarrollado por la Universidad de Oxford permitirá relanzar la inmunización de la sociedad y paliar así los problemas de suministro que han existido con los otros dos viales comercializados dentro de la UE, los de Pfizer y Moderna, que de momento se destinarán de forma exclusiva para las personas mayores de 65 años y para los enfermos con patologías de riesgo.

A partir de abril, se sumará al mercado la primera fórmula monodosis, la de Janssen. Tal como ya avanzó el domingo la ministra, el próximo mes llegarán 300.000 dosis, en mayo serán 1,3 millones, y en junio 3,9 millones.

Pese a que aún se tardarán unas semanas en alcanzar el deseado ritmo de vacunación masiva. A pesar de esta carestía de vacunas en la próximas semanas, el Interterritorial rechazó la pretensión de comunidades como Madrid o Cataluña de usar el producto de la Universidad de Oxford sin límite de edad. El consejo, tal y como propuso la Comisión de Salud pública, acordó que más adelante se estudie la oportunidad de quitar ese límite de edad para esta vacuna de AstraZeneca si las evidencias científicas así lo sugirieran. Precisamente, la compañía anglo-sueca presentó ayer un estudio que sostiene que su producto tiene una eficacia del 80% en mayores de 65 años, según el ensayo de fase III que ha realizado en Estados Unidos. Según este análisis, la vacuna ha mostrado una eficacia del 79% en la prevención de los síntomas del Covid-19 y de un 100% en la prevención de la enfermedad grave y hospitalización.

Darias se refirió ayer a que España, Portugal y Reino son los países de la Unión Europea en los que la pandemia parece más estabilizada en lo que los expertos llaman «meseta», en contraste con otros estados como Alemania, Italia o Francia, donde la curva ascendente es más pronunciada. Así la ministra dijo que la incidencia acumulada estatal (IA) apenas ha subido unas décimas en comparación con los datos del jueves, al pasar 128,17 a 128,71 casos cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días -en Euskadi, sin embargo, los tres territorios están por encima de 200-. Sin embargo, se ha constatado «un cambio de tendencia» que se teme pueda ser la antesala de una cuarta ola. Por ello, avisó de que «vamos a estar vigilantes» en los próximos días y no descartó endurecer las restricciones con miras a Semana Santa. «Estamos cerca del final, pero nos queda aún un trecho. El virus no está derrotado», avisó.