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Profesionales de servicios y comerciantes de Eibar están indignados por la sucesión de robos que se está produciendo en los últimos meses en sus establecimientos. ... En concreto desde el pasado diciembre se vienen sucediendo unos robos continuados que causan más daños que el propio botín.
Eider Mugica, de la fisioterapia Mugi, en Eguigurentarren, muestra incluso vídeos grabados en los que se puede ver cómo un ladrón accede a su establecimiento, tras romper el cristal de seguridad. Tapado con el gorro de la sudadera. logra entrar rompiendo el cristal y accede a la habitación de la caja registradora y extrae, «desde 20 euros un día, otro 50 euros y después se marcha». Pero el verdadero problema es que los robos en este establecimiento son ya cuatro desde diciembre. «Voy a tener que dejarles en la puerta el dinero, que es a lo que vienen, para que no me rompan nada», señala Eider.
Hasta siete u ocho robos se han sucedido en otros negocios. Incluso, los propios afectados se reúnen y comentan las gestiones que han realizado con la policía y las instituciones para atajar una lacra que no tiene final.
Eider recuerda que la primera vez que entraron a robar fue por la puerta delantera, rompiendo el cristal. «Ese día sí me robaron la recaudación que habíamos dejado en la caja, pero después han vuelto dos personas, hombre y mujer, que han repetido la misma acción».
Eider cuenta con cámaras de videovigilancia, en cuyas grabaciones se aprecia a una mujer totalmente cubierta, con lo que la identificación es imposible, como accede a su interior rompiendo el cristal. No obstante, en otro vídeo se ve a dos hombres que también entran a la misma habitación que contiene la caja con la recaudación y tampoco se les puede identificar.
La sucesión de robos ha sembrado también de indignación entre los vecinos que viven en la zona y que se han llegado a solidarizar con los afectados.
En este caso. Eider interpuso enseguida una denuncia ante la Ertzaintza, que se personó en el local, «en una de las ocasiones, para recoger unas tomas de sangre del ladrón que sufrió una herida al romper el cristal».
ite Eider que esta sucesión de robos «no parece que se calme, sino que va a más». Pero la desesperación de los profesionales va en aumento por la impotencia al ver que se suceden los robos. «Me he entrevistado con el alcalde, con los concejales de los grupos políticos e incluso con el secretario general del PSE. Eneko Andueza, y he recibido la misma respuesta. Se requiere un cambio legislativo en el Congreso para que se establezcan otras medidas para los reincidentes. Como se trata de hurtos pequeños; si son detenidos, salen a la calle de inmediato», decía Eider.
La presentación de denuncias a la Ertzaintza ha sido frecuente también. «La Policía dice que con la ley actual ellos no pueden hacer más contra los delincuentes y comentan que son los políticos los que tienen que cambiar la ley, para que puedan actuar. En caso contrario, seguiremos igual y en aumento. Para mi en este país robar sale gratis. Mientras que unos pagamos impuestos, puntualmente, otros se dedican a robar y robar. No nos quedamos tranquilas con que nos digan que Eibar está, en la media de los delitos que se comenten en Euskadi. Tenemos un problema grave y hay que buscar una solución rápida».
Desde el negocio El Tío Palancas, Itziar Rodríguez denunciaba el clima de inseguridad en el que está sometida todos los días, en su establecimiento de caramelería y frutos secos «Tengo desde hace 14 años mi negocio y han sido en los últimos cuatro años cuando he sufrido cuatro incidencias graves», decía Itziar.
En esta dirección, sufrió la rotura del cristal de entrada arrojando los autores una alcantarilla con, «llevándose la caja registradora y numerosos artículos». También ha sufrido otra rotura de escaparate, en plenas Navidades, sustrayendo todos los productos que tenía por la zona de entrada. «Había realizado un gran esfuerzo en poner todo a punto para las Navidades y me robaron todo lo que tenía próximo al escaparate».
Los otros dos incidentes han sido un robo y una rotura de un cristal leve. «Todos los negocios de la calle Juan Gisasola han padecido algún robo. Algunos de ellos han padecido robos rompiendo, con unas tenazas, la verja de un bar. Aquí nadie está segura», finalizaba Itziar, desde la calle Juan Gisasola.
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