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No contaba con los lujos del Orient Express ni proponía un recorrido tan largo como el Transiberiano pero el tren del Urola era una ... joya para todas las personas que desde su inauguración en 1926 habían discurrido por su sinuoso trazado y recorrido los 36,6 kilómetros desde Zumarraga hasta Zumaia, o viceversa.
El ferrocarril fue inaugurado el 22 de febrero de 1926 por Alfonso XIII y su explotación cesó en el otoño de 1986 para cerrar definitivamente el 2 de febrero de 1988, siendo entonces desmanteladas las vías y catenaria, que se volvieron a instalar en un tramo de 10 km para dar servicio al tren de vapor del Museo Vasco del Ferrocarril. Justo ayer se cumplieron 35 años de la desaparición del viejo tren del Urola. Por este motivo, hoy, viernes, serecordarán en Azkoitia las anécdotas y 'batallitas' de aquellos viajes en el Urola de la mano del legazpiarra Sabino Legarda-Ereño y el urretxuarra Iñaki Galdona, trabajador del ferrocarril. El acto será en Elkargunea, a las 19.00 horas.
La proyección servirá para realizar un viaje al pasado en un ferrocarril singular.
Su meticuloso trazado, las obras de ingeniería que requirió y la espléndida arquitectura de sus estaciones –obra del arquitecto Ramón Cortázar, diferentes entre sí y adaptadas al estilo de cada uno de los pueblos– lo convierten en un ferrocarril peculiar. No en vano, para dar a la línea el mejor trazado posible, se construyeron 20 puentes y 29 túneles, en una línea de tan sólo 36 kilómetros. Eso permitió que, por ejemplo en el tramo entre Azkoitia y Urretxu, mientras la carretera se ciñe al sinuoso cauce del río, el ferrocarril siguiera su camino recto, salvando las dificultades con una sucesión de puentes y túneles. Se salía de un túnel para atravesar un puente, sobre todo en el tramo Zumarraga-Azkoitia.
El ferrocarril del Urola nació con objetivos ambiciosos: ofrecer un medio de transporte moderno, cómodo y rápido; sustituto de los tortuosos caminos que recorrían las caballerizas y las carretas de bueyes.
Fue uno de los primeros ferrocarriles eléctricos del Estado, contó con los primeros coches fabricados con metal y fue la última línea de ferrocarril que se construyó en Euskadi hasta las inversiones en el tramo vasco del tren de alta velocidad. Llegó a contar con más de 160 trabajadores y casi un millón de pasajeros al año.
Algunos de esos pasajeros podrán recrear una vez más los viajes en las antiguas cocheras del Urola bien para acudir a los mercado de Azpeitia o Zumarraga o las reuniones que suponían los recorridos veraniegos para trasladarse a la playa de Zumaia. Recuerden, el tren sale hoy a las 19.00, desde Elkargunea.
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