La accesibilidad a Hondalea divide a los grupos políticos

Durante las comisiones previas al Pleno que se celebrará a final de mes se trataron distintas cuestiones, entre ellas las relacionadas con Hondalea, lo que la obra de arte ha supuesto para todo el entorno de Santa Clara o, incluso, qué planes puede tener el Ayuntamiento de la capital guipuzcoana para dotar de mayor accesibilidad a la escultura realizada por Cristina Iglesias.

Porque parece que las protestas desde algunos colectivos por los problemas que surgen para acceder a esta escultura han hecho que algunos grupos políticosy ciudadanos se movilicen. Ayer mismo, el investigador del CSIC y enfermo de ELA, Dabiz Riaño, protestó en la playa de La Concha por la inaccesibilidad de la obra de Cristina Iglesias. Explicó que ni se respeta la ley ni se permite que «millones de personas» puedan llegar a una obra como esta, «financiada con dinero público». «Es una injusticia para muchos ciudadanos, que se quedan sin a la cultura».

La concejala de Podemos, Haizea Garay, quiso saber si el gobierno municipal que configuran PNV y PSE, tiene previsto algún tipo de intervención urbanística que permita esa accesibilidad que reclaman algunos colectivos. Garay no quiso negar el posible debate que puede suscitarse en relación con la accesibilidad del faro, aunque reconoció como haría el edil de Bildu, Markel Ormazabal, que la conservación de la isla preocupa en el seno de sus formaciones.

La concejala de Podemos reconoció que la propia Cristina Iglesias habló de la importancia de que la isla, más alla de la escultura que ahora realza su faro, no experimentara cambios sustanciales que hicieran variar su configuración. Se dirigió directamente a Insausti, y le recordó que si bien existe un debate sobre la accesibilidad de Hondalea, se tome la decisión que sea, parece poco probable que se tomen medidas que supongan hacer accesible la obra de Iglesias. «No pueden decirnos que llegar a la isla y a la escultura es fácil, porque no es verdad»

La gestión de esta obra está inmersa ahora en una experiencia piloto con la Fundación Cristina Enea, que va a ocuparse tanto de las visitas que llegan cada día a la isla como de las visitas organizadas o las escolares.

Más allá de esta experiencia, que todos los grupos políticos municipales asumen como un experimento que va a funcionar bien, la eliminación de las mesas en la zona alta, cercana a la casa del faro no ha gustado, por ejemplo en Bildu. «No entendemos por qué se ha tomado esta medida tan desequilibrada», dijo Ormazabal durante la comisión.