Crítica a 'Dispararon al pianista': ¡Chuparon al Tenorio, a Jr!

Nos gusta esa animación. Quizás porque, lo que son las cosas, la sientes bastante cercana en sus posicionamientos vitales, musicales, cromáticos, de trazo y de política al caos genial que fue 'Black is Beltza' y a la rabiosa y muy danzona 'Ainhoa'. De Muguruza , sí. De Fermín.

No te puede no gustar una peli que empieza con Ella Fitzgerald (dibujada) quitándose los zapatos tras acabar su show en el Copacabana para correr al 'Beco das Garrafas/ Callejón de las Botellas' y empaparse allá de bossa nova. Y del jazz que sonaba en Río, en pequeños bares por los que iba (o acaso no) la chica de Ipanema.

Claro que nos gusta. Y nos enternece que Fernando Truba haya pasado 15 años luchando por contar la historia del pianista al que los milicos 'chuparon' ('desaparecieron') en Buenos Aires.

Pero cuán reiterativa llega a ser ¿no les parece? Vueltas y más vueltas. Acumulacion de datos, rostros, músicas. entrevistas, escenas. Idas. Venidas. Supina ignorancia la del periodista investigador... Sin orden. Peor en un filme musical, sin concierto.