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Miembro del equipo de selección del Zinemaldia y programador de cine en Tabakalera, el bilbaíno Víctor Iriarte está viviendo la experiencia de situarse al otro ... lado. Con su primer largometraje de ficción, 'Sobre todo de noche', ha participado en las Giornate degli Autori de Venecia, ha ganado el premio a la Mejor Dirección en el Festival Cinespaña de Toulouse y este domingo tuvo el estreno nacional, concursando en la Seminci de Valladolid. Será el último peldaño antes del estreno en salas comerciales, anunciado por la distribuidora Atalante para el 1 de diciembre.
En Valladolid reconoció que es feliz como programador y seleccionador, lo que le ha permitido hacer este largometraje «con mucha libertad, sin tener que demostrar nada pensando en mi siguiente película». Víctor Iriarte no empezó su proyecto sin pensar que pudiera asentarse dentro de la industria cinematográfica española, pero su idea inicial, según contó, fue creciendo a lo largo de la pandemia gracias al entusiasmo de Isaki Lacuesta e Isa Campo, ambos productores y ella coguionista, y al incorporarse dos actrices con la presencia de Lola Dueñas y Ana Torrent.
En 'Sobre todo de noche' Iriarte se arriesga y sorprende con una obra distinta, sugerente e incansificable, que juega al cruce de géneros: hay trazos de cine negro, un drama personal conmovedor y un viaje con el regocijo y la incertidumbre del cine de aventuras, en una película que acaba situando al espectador en un sutil punto entre la mirada humana, el lirismo y el juego con inesperados elementos del cine de siempre. Por ejemplo, con una presencia destacada de la voz en off, algo ahora denostado.
«Es verdad que en algún momento la voz en off dejó de tener su lugar en la historia del cine –ite Iriarte– aunque desde el boom del podcast las cosas han cambiado. Me planteé hacer una película muy libre que usase herramientas de la historia del cine, como esa voz en off con cartas leídas o un repentino cambio de formato».
'Sobre todo de noche' se acerca de un modo personal a la realidad de los bebés robados durante el Franquismo y la Transición, a través de las cartas y encuentros entre dos madres y un hijo. Una, la madre biológica, encarnada por Lola Dueñas, sufre porque le negaron saber del niño que dio a luz y ha dedicado su vida a su dolorosa ausencia y los deseos de venganza. Otra, interpretada por Ana Torrent, es la madre adoptante, también con sus miedos, que se siente culpable y engañada. «Me impacta que no se hable de las personas que han sufrido esta situación, que vivan como fantasmas», comentó ayer Ana Torrent, mientras que Dueñas confió en que con esta película las víctimas «se sientan un poco más acompañadas, que sea un bálsamo».
Esta coproducción de España, Portugal y Francia tiene entre sus escenarios San Sebastián (el Conservatorio Francisco Escudero, el funicular de Igeldo y más). Además de por los intérpretes, Víctor Iriarte estuvo acompañado en la presentación en Valladolid por dos vascas del equipo, la eibartarra Maite Arroitajauregi, autora de la música en esta película «muy musical, concebida como una partitura» y la vitoriana Izaskun Urkijo, directora de arte. La zarauztarra Alazne Ameztoy es la directora de sonido.
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