Vandalizan los libros de Mikel Ayestaran sobre Gaza en una librería de Barcelona

Una estantería temática sobre el conflicto de Israel y Palestina en la Llibreria Finestres de Barcelona ha sido objeto de un ataque vandálico este martes. Entre los libros dañados se encuentra 'Historias de Gaza. La vida entre guerras', del periodista Mikel Ayestaran, corresponsal en Oriente Medio de El Diario Vasco, con más de dos décadas cubriendo sobre el terreno países como Irak, Siria, Afganistán o los territorios palestinos. Su último trabajo, centrado en la vida cotidiana en la Franja de Gaza, ha sido uno de los más afectados por el vertido deliberado de un café que arruinó 29 ejemplares de siete títulos distintos, tal y como ha compartido el propio reportero en su cuenta de Instagram.

El suceso ha ocurrido en la sede de la librería, en el número 249 del carrer de la Diputació de la ciudad condal. Las cámaras de seguridad captaron a un individuo que, sin mediar palabra, vació un vaso de café sobre los libros. El ataque estuvo dirigido a una góndola dedicada exclusivamente al conflicto israelí-palestino, con una selección de un centenar de obras, en catalán, castellano e idiomas originales. «Ha esperado a que no hubiera nadie observando, se ha acercado a la estantería de libros de esta temática y ha vertido intencionadamente un vaso de café», han explicado los responsables de la propia librería.

En un comunicado, Finestres ha condenado lo ocurrido como «un ataque totalitario contra la cultura y la libertad de expresión», y subrayó que mantendrá su compromiso con «el pensamiento crítico, la pluralidad de opiniones y la defensa de la cultura como espacio de diálogo y resistencia». La librería ha asegurado que este ataque no es solo «un acto de destrucción de patrimonio cultural, sino también como un atentado contra la voz del pueblo palestino y la libertad de expresión».

La librería ha denunciado el caso ante las autoridades y ha anunciado que «repondremos los libros, mantendremos la selección y seguiremos defendiendo el derecho a leer y a pensar desde todas las perspectivas posibles». La imagen de los libros manchados, compartida por el propio Ayestaran, ha generado numerosas muestras de apoyo.

Tras el ataque, la librería Finestres ha anunciado una iniciativa simbólica y solidaria: los libros dañados se pondrán a la venta con el «descuento mínimo aplicable en librerías, y todos los ingresos se donarán íntegramente a la UNRWA», la agencia de Naciones Unidas para el pueblo palestino. Una forma, señalan, de transformar la agresión en un acto de apoyo.

Mikel Ayestaran presentó Historias de Gaza el pasado abril en Donostia, en un acto en el auditorio del Aquarium que atrajo a cientos de personas. En la charla Ayestaran explicó que el libro nace de una voluntad de mostrar el lado humano de Gaza, a menudo eclipsado por la violencia. 'Historias de Gaza. La vida entre guerras' no es un relato centrado en la última ofensiva israelí, desencadenada tras el ataque de Hamás del 7 de octubre, sino un recorrido histórico, periodístico y personal por la Franja. Ayestaran ha querido evitar que ese día «fagocitara una historia rica en matices». Su obra es un retrato de un enclave palestino que, pese a décadas de bloqueo y conflictos, «albergaba vida y cultura».

Uno de los pilares del libro es Kayed Hamd, el fixer (guía y traductor) de Ayestaran en Gaza. «Es mucho más que un colaborador; se ha convertido en mis ojos, porque a los periodistas no nos dejan entrar y están asesinando a nuestros colegas en la Franja», explicó. Kayed, hijo de refugiados de 1948, creció en un campo, fue detenido durante la Primera Intifada y quedó atrapado en Gaza por trabas burocráticas. «Mi primer mensaje cada mañana es para él, para saber si sigue vivo», confesó Ayestaran. Desde febrero de 2024, Kayed le envía fotos del plato que comen en su casa, una serie en Instagram para denunciar el hambre como arma de guerra: «Gaza está cercada como en un asedio medieval».

Con 'Historias de Gaza', Ayestaran ha «querido humanizar la franja, ya que la gente los animaliza». «Gaza ha sido un puerto clave del Mediterráneo y puerta al desierto. Pasaron egipcios, romanos, cruzados... Hasta el Che Guevara y Napoleón estuvieron aquí», recordó Ayestaran. Aún así, también señaló puntos negativos, como que Hamás, desde que llegó al poder, «no permite ningún tipo de movimiento contrario a ellos».

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