El Museo Balenciaga expone por primera vez bocetos y anotaciones manuscritas del modisto getariarra

El Museo Cristóbal Balenciaga abre este jueves al público una exposición de dibujos pertenecientes al fondo documental Riva, adquirido por el Departamento de Cultura del Gobierno Vasco al diseñador italiano Lorenzo Riva, con más de 8.000 referencias. La exposición se organiza como paso previo al depósito del archivo en el Museo Cristóbal Balenciaga para su estudio e investigación y «tiene como objetivo difundir la relevancia histórica de la colección, poner en valor su procedencia y compartir su belleza», explican fuentes del museo de Getaria. Para Miren Vives, directora del museo Cristóbal, esta colección de bocetos supone «un gran impulso para los fondos documentales del museo. Con esta adquisición se consolida y refuerza la referencialidad y proyección internacional del patrimonio documental ligado al centro».

La muestra, que permanecerá abierta hasta el 31 de mayo visibiliza, a través de 120 dibujos y documentos, el proceso de trabajo en la casa Balenciaga en las décadas centrales del siglo XX «desde la conceptualización del diseño hasta su presentación, con una importante parte dedicada a la ejecución. Además de los bocetos realizados por diferentes manos y con diversas técnicas, se exponen los documentos privados y las anotaciones manuscritas de Cristóbal Balenciaga. El consejero de Cultura, Bingen Zupiria, que ha visitado este mediodía la muestra, ha remarcado que «se trata de la primera colección de Balenciaga de este tipo que está en manos públicas, por lo que resulta muy enriquecedor desde el punto de vista patrimonial para la conformación del patrimonio cultural vasco».

La exposición se abre con una colección de bocetos preliminares, dibujos sin anotaciones que representan ideas exploratorias sin que necesariamente lleguen a convertirse en modelos de la colección, en los que destaca el estudio dedicado al modelo 'semientallado', presentado en la colección de verano de 1951, que supuso un hito en la historia de la moda.

La parte más importante de la muestra corresponde a los bocetos de taller realizados entre 1956 y 1962. Estos dibujos «se caracterizan por presentar informaciones concretas sobre los modelos que la casa presenta cada temporada». Cada boceto incluye un número de registro, el nombre del 'première d'atelier' encargado de la ejecución y el nombre de la maniquí que lo presentará». Muchos bocetos se completan con anotaciones sobre materiales y proveedores acompañados de muestras de tejido.

Otro aspecto del proceso de producción de la casa se refleja en las anotaciones manuscritas de Cristóbal Balenciaga, con modificaciones y aclaraciones sobre la construcción de diferentes modelos. Hasta la presentación de la colección, cada modelo podía ser objeto de cambios puntuales, tanto en su ejecución como en su interrelación con otras prendas del conjunto.

Los bocetos comerciales, menos frecuentes en el fondo y datados en los años 50, se realizan para las presentaciones de las colecciones, desfiles que no solo tenían lugar en la casa de París sino también en otras ciudades de Europa y América. Se incluyen en esta categoría asimismo los bocetos enviados a distintas clientas durante el proceso de compra, o aquellos más elaborados que podrían tener un fin publicitario y promocional.

La importancia del 'total look' está presente en el fondo a través de una pequeña serie de bocetos dedicados a complementos. Las anotaciones manuscritas de Cristóbal Balenciaga determinando materiales y colores, al igual que la posición en la que sombreros y tocados deben colocarse, evidencia la intervención del modista en todo el proceso creativo de la silueta.

El fondo cuenta con un número significativo de bocetos ejecutados para representaciones teatrales y datados en los años 40. El extenso y detallado conocimiento de la indumentaria histórica queda patente en estos bocetos, entre los que se encuentran algunos de los modelos ejecutados para la actriz Alice Cocéa en 'Echec à Don Juan' (1941).

La Fundación Cristóbal Balenciaga detectó la digitalización, organización y difusión de un posible archivo documental con origen en el taller de Cristóbal Balenciaga y se puso a trabajar en localizarlo. Fue en diciembre de 2021 cuando se realizó el primer o con Lorenzo Riva, propietario de la colección, y la empresa artconsulting.net, encargada de dar difusión al mismo.

Riva trabajó como director artístico de Balenciaga entre 1980 y 1982 y para su salida de la empresa, que estaba negociando su venta, acordó una indemnización económica y otra en especie, que es precisamente el archivo presentado hoy. Dibujos que permanecerían cerrados en una serie de cajas hasta 2021. «No quería ser influenciado, eran dibujos preciosos y me alegré de haberlos salvado, eso me bastó. En aquellos años de confusión y continuos cambios societarios de la Maison Balenciaga, se habría perdido», apunta el diseñador italiano.

En diciembre de 2022, el departamento de Cultura del Gobierno Vasco adquirió un fondo de 8.362 documentos relativos a la Casa Balenciaga de París que conservaba el que fue director creativo de la marca a inicios de los 80, Lorenzo Riva. El fondo ahora custodiado en el Archivo Histórico de Euskadi se ha sometido a una conservación preventiva y a su inventariado. Todo el material está siendo digitalizado y conservado en los soportes adecuados para la conservación del papel. Además, tras la exposición, se siglará el fondo provisionalmente y se dará inicio a los trabajos de estudio y catalogación del mismo.

«Estoy muy contento de que los dibujos se conserven ahora en el Museo Cristóbal Balenciaga. Es el lugar correcto. Estoy seguro de que serán estudiados y valorados como se merecen. La moda no es solo un negocio, es historia, un reflejo de la sociedad del momento», ha concluido Riva, quien, a sus 84 años, ha viajado desde su residencia en Monza, Italia, para asistir a la apertura de la muestra a la que contribuye, además, con varios de sus diseños.

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