Tiburones con sotanas

Así que esta adaptación de un 'best-seller' de Robert Harris que empieza con el fallecimiento de un Papa y continúa con todo el complejo proceso del cónclave hasta alcanzar la fumata blanca nos tiene de partida a favor. Aunque Edward Berger ('Sin novedad en el frente') se muestre más comercial que autoral (o sea, poco festivalero) agradecemos el ritmo trepidante y el entretenimiento a raudales que ofrece 'Cónclave'.

Nos engancha con los desvelos del cardenal Lawrence (estupendo Ralph Fiennes, como el resto del reparto) para dirigir el cónclave, que pronto se convierte en una sorda guerra de influencias, zancadillas, secretos y conspiraciones. Las votaciones van sucediéndose entre sorpresas, caídas en desgracia y ascensos. Encontrar un candidato sin tacha es difícil en esta merienda de tiburones vestidos con sotanas y solideos.

Ofrece 'Cónclave' un entretenimiento estimulante y disfrutable, aunque pueda ser tachado de efectista. Generalmente lo es para bien, quizás con la excepción de la música demasiado percusiva de Volker Bertelmann y la epatante sorpresa final.