Nacho Nieto es una vieja gloria del ¿periodismo? dirigido a 'los amigos del misterio' al que da vida Berto Romero en la serie 'El otro ... lado' (Movistar Plus+). Tras ser despedido de Radio Nacional, Nieto se ha reconvertido en podcaster sin apenas suscriptores. En su pasado se oculta un secreto inconfesable que le conecta con el fantasma de su mentor mientras investiga un supuesto caso de posesión infernal de una casa. Dirigida por Javier Ruiz Caldera y Alberto de Toro, y creada, coescrita y protagonizada por el propio Romero (Cardona, 1974), los seis episodios de 'El otro lado' se estrenarán en la gran pantalla festivalera del Velódromo el día 24 a las 17.00 horas. La entrevista telefónica con Berto Romero arranca con un inquietante ruido de fondo que dificulta la conversación.
– Oiga, ¿no será una psicofonía?
– (Risas) No creo que tengamos esa suerte. Era un camión que ya ha pasado.
– Ese mundo de 'amigos del misterio y lo desconocido' se presta a la caricatura desopilante, pero la serie se acerca al fenómeno con respeto y como radiografía social.
– Era la intención. La primera idea que te viene a la cabeza cuando alguien te dice que un cómico como yo quiere abordar este tema es que vamos a entrar a hacer sangre porque es un mundillo muy particular, con mucho carácter y con gente muy curiosa. Se interesan siempre por temas de frontera y se presta a la caricatura, pero no hemos querido hacerlo así. El tema está tratado a medio camino entre el fan de estos temas que soy, y el cómico que también soy y que se siente en la obligación de retratarlo a través de la comedia.
'El mundo del misterio'
«Soy un fan del tema y a la vez, un cómico. Al final me ha quedado la serie de un creyente y a la vez, de un descreído»
– ¿En qué sentido es fan de este... género?
– No recuerdo los programas de Jiménez del Oso porque aún era muy pequeño, pero sí me interesaban mucho estos temas, también a través del cine, con películas como 'Poltergeist' o el 'fantaterror'. Una cosa lleva a la otra y durante mucho tiempo fui consumidor de programas de radio y televisión. Cada vez lo soy menos, pero sí recuerdo década y media de mi vida en la que estuve muy interesado por este tipo de periodismo.
– ¿Hubo un desencadenante que disparara la idea de hacer esta serie o germinó poco a poco?
– Si quiere que le diga la verdad, fueron varias intuiciones distintas las que se han juntado en esta serie. Por un lado, una cosa absolutamente prosaica, como que tenía ganas de escribirle un papel a Andreu Buenafuente y de hacer una película juntos. El campo de la ficción no lo ha vivido demasiado y me hacía ilusión. Por otro lado, me extraña que no se haya tocado más el tema de lo paranormal en España. Recuerdo 'Platillos volantes', de Óscar Aibar, que me flipa y que tiene un tono parecido a la serie. Y finalmente, quería hacer género, fuera de la comedia pura y huir de la autoficción, que ya habíamos estirado mucho en las tres temporadas de 'Mira lo que has hecho'.
– En el fondo, es una historia amarga...
– Sí. Me gusta pensar que es una historia de fantasmas en todos los sentidos, también los personales, con la herencia de tu padre o de tu mentor, que es una idea que me interesa mucho. Y también el peso de la mentira. Y claro, ha quedado una cosa un poco oscura. También es verdad que la empezamos a escribir en 2020 y hubo cosas de la pandemia que se colaron en muchos guiones que se escribieron en esa época.
Llos 'creyentes'
«Hoy ya ni la verdad es verdad. Estamos hartos de ver cómo la realidad es algo que cada uno se inventa cada día»
– No sé si idealizar a nuestros mentores conduce a la decepción...
– Puede ser. Es una idea que me llama mucho la atención y que creo que está relacionada con la de la paternidad, algo que exploré en mi anterior serie. A posteriori, he pensado que ahora volvíamos a hablar de lo mismo, es decir, de la figura del padre, en este caso del mentor, de aquel que quieres ser y luego la vida no te deja. Es un tema clásico.
– ¿Es más bien un problema nuestro adjudicar el papel de mentor a alguien que quizás no nos lo ha pedido?
– Sí, esto del artista y la obra es un tema también muy de esta época. El personaje de Buenafuente marcó a nuestro protagonista, pero luego resulta que aquel hombre también tenía sus claroscuros. Tiene que ver también con la pérdida de la inocencia. Nacho es un poco Quijote.
Credulidad
«Empieza ser verosímil lo que antes no lo era. Una invasión alienígena, por ejemplo, ya no nos parece una fantasía»
– ¿Por qué atraen tanto estos disparates del 'mundo del misterio' y demás? ¿Quizás parte de sus seguidores se lo toman a chufla?
– Es curioso. Por un lado, está esa pulsión de reírte, pero quizás también se trate de reírte de lo que te da miedo. Eso me parece que está en el ADN de la propia serie. Esa risita del miedo... Son temas que aunque sepamos que no existen, al menos a mí me llaman mucho la atención. Es como el cartel de Mulder de 'Expediente X':«Quiero creer». Al final me ha quedado la serie de un creyente y a la vez, de un descreído.
– ¿Cree que alguien podría inventar alguna de estas historias y que fuera lo suficientemente disparatada como para que nadie se la creyera?
– Es irrelevante lo que yo crea a este respecto: es evidente que es así y cada vez más. En el mundo que nos ha ido quedando hace años que hay gente que defiende que la verdad es líquida y que habla de la postverdad. Hoy ya ni la verdad es verdad. Estamos hartos de ver cómo la realidad es algo que cada uno se inventa cada día y luego hay grupitos que comparten algunas cosas. De hecho, estamos en un punto tan inverosímil a nivel de noticias que empieza ser verosímil lo que antes no lo era. Una invasión alienígena, por ejemplo, ya no nos parece una fantasía, sino que empezamos a desear que ocurra, a ver si de una vez alguien pone aquí orden.
Doctrinas calmantes
«Creer que hay una élite mundial que lo controla todo con mano firme es creer que hay orden y no que vivimos en el caos»
– Los más extremistas tejen un hilo entre estos fenómenos supuestamente extraños con teorías políticas sobre que «nos controlan», «que hay un gobierno en la sombra» y que «los medios no nos cuentan la verdad».
– Claro, pero porque este mundillo, igual que el periodismo y todos los aspectos de nuestra vida, se ha polarizado y radicalizado. En los últimos tiempos se le ha añadido una corriente de conspiranoicos/gente un poco lamentable/movidas políticas de todo tipo. Todo esto del misterio nos llama la atención porque son temas muy curiosos pero no es nada que no esté ocurriendo en el periodismo convencional.
– ¿En qué sentido?
– Las invenciones en los digitales están a la orden del día o se mezclan mentiras con verdades, me refiero a eso.
– ¿Esconde esa supuesta creencia de que un gobierno en la sombra nos controla un temor a reconocer que en realidad no le importamos un pimiento a nadie?
– A mí me da la sensación de que es una búsqueda de la esperanza porque creer que hay una élite mundial que lo controla todo con mano firme es creer que hay orden, una idea más agradecida que pensar que vivimos en una bola de caos, que quizás esté más cerca de lo cierto.
Estreno en el Velódromo
«No lo esperábamos. Hacerlo ante ese volumen de gente es algo en lo que no pienso demasiado para no ponerme nervioso»
– Lo que sí es nuevo es esta mezcla de creencias casi atávicas y tecnología. Estamos entre el wifi y la psicofonía.
– Es interesante, pero no estoy demasiado al día de todos estos temas, casi por una cuestión de salud mental.
– El Festival de Cine proyectará 'El otro lado' en pantalla gigante y ante 3.000 personas. ¿Cabe imaginar mejor estreno?
– Es increíble. No esperábamos conseguir algo así. Estamos muy felices porque va a ser la primera vez que se proyecte con público y hacerlo ante ese volumen de gente es algo en lo que no pienso demasiado para no ponerme nervioso.
– ¿Es consciente de que con el tema de la huelga de los actores de Hollywood, todas nuestras esperanzas de glamour están depositadas en usted?
– Bueno, no os preocupéis, ya intentaré hacer mi magia para suplir a todos los que están defendiendo sus derechos.
'La erótica del plató'
– ¿Se va a enfadar alguien con la serie? ¿Quizás alguien que se sienta identificado con el personaje de Nacho Vigalondo?
– No tengo ni idea. Creo que puede interesar a cualquiera que trabaje en este mundillo y espero que le guste. No es una serie hecha con voluntad de retratar ese ámbito y tampoco hemos realizado una investigación. Está hecha desde el punto de vista de un espectador. Yo espero que ellos les guste.
– Aparece usted tan caracterizado de Nacho Nieto que apenas se le reconoce...
– La perilla es mía, ¿eh? Que hay mucha gente que me ha dicho que estaba muy bien puesta y no.
– ¿Existe eso que se menciona en la serie de 'la erótica del plató'?
– En mi caso, supongo que sí porque me hablan más mujeres de las que me hablaban en mi adolescencia y juventud. Pero es que a mí la fama me pilló ya con mujer y casi con hijo, y no lo he aprovechado. Pero supongo que sí existe.
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