Cuatro años después, triunfo y un crono doce minutos mejor

Su correr no es, ni mucho menos, el más elegante, pero lo cierto es que lo importante no es el cómo sino el a qué velocidad. Y Silva no ha tenido rival este domingo. Casi dos minutos de margen tuvo.

«He hecho hasta algún que otro triatlón», aseguraba la atleta catalana. «Esto es un sueño», seguía. Está en un gran momento de forma. Ya lo había demostrado a finales del pasado mes en La Cursa de la Mercé de Barcelona, prueba de diez kilómetros en la que se impuso con un tiempo de 35:11.

Entrena en Santa Coloma de Gramanet e incluso sabe lo que es correr un maratón, aunque con un registro no tan competitivo (2h56:16 en 2019) como el que este mismo año había hecho en el medio maratón de Barcelona (1h14:48).

Este domingo ha vivido un auténtico «subidón». Quiso dedicárselo a su «familia y a todos los del club». En los últimos kilómetros ha sacado la sonrisa. Ha tenido tiempo incluso de disfrutar de los aplausos del público. No ha especulado en ningún momento y ya antes de subir Gaintzurizketa se había marchado en solitario. Durante algún momento de la carrera no ha llevado buena cara, pero supo sufrir para hacerse con su primera txapela. Seguro que la guarda con ilusión. «Me he marchado a la altura del tercer kilómetro. Me encontraba bien y he tirado con fuerza».

Como la mayoría de los corredores, Silva también ha tenido palabras de agradecimiento para la organización y para el público. «Es una carrera con mucha fama en Cataluña. La organización ha sido de diez. Y lo de la gente animando no sé ni cómo puedo describirlo».