Rueda por los suelos Roglic y dobla Schachmann

La mala suerte o su falta de pericia sobre la bicicleta volvieron a hacer acto de presencia ayer en una París-Niza que estaba en su poder gracias a tres victorias de etapa en las jornadas clave de montaña y una ventaja de 52 segundos sobre su inmediato perseguidor en la general a falta de los 100 kilómetros finales.

El antiguo saltador de esquí sufrió dos caídas, una al poco de empezar y la otra a 70 kilómetros de meta. «No esperaba este escenario», se lamentó tras ceder 3:08 y el liderato en la línea de meta. «Cometí errores. En la primera caída me he dislocado el hombro. Tras la segunda estaba tan atrás que no he podido regresar a la cabeza. Lo he dado todo. Estoy decepcionado, pero esto también forma parte de nuestro deporte».

Roglic extrae lecturas positivas para el futuro. «Recordaré estos momentos, sin duda. Necesitamos aprender de esta edición de la París-Niza y hacer planes para los próximos objetivos. Ahora voy a recuperarme y a tratar de prepararme para las próximas carreras».

«Mal día para nosotros», concluyó Grischa Niermann, director deportivo de Roglic en el Jumbo-Visma. «Después de que Primoz se estrellara en el primer descenso, pudo regresar bastante rápido. Volvió a patinar en el mismo descenso y se le salió también la cadena. Llegó a estar a veinte metros del pelotón, pero tuvo que ceder y... adiós. Solo podemos culparnos a nosotros mismos. Creo que Primoz es muy fuerte mentalmente y que también saldrá más fuerte de esto. Ya lo ha demostrado antes».

Maximilian Schachmann, el alemán del Bora, aprovechó el doble incidente de su directo rival para distanciarle y encadenar su segunda París-Niza consecutiva tras la obtenida en 2020, en vísperas del confinamiento por la pandemia. Venció ayer Magnus Cort Nielsen (Education First), el más rápido en el sprint del grupo cabecero de 21 unidades con todos los hombres fuertes de la carrera menos Roglic.

Entre los grandes beneficiados figura también Ion Izagirre, que subió al tercer escalón del podio final, detrás de Schachmann y su compañero Vlasov. «La etapa salió loca y rápida, con ataques y caídas en una ruta peligrosa», apuntó el de Ormaiztegi. «Entre los que se fueron al suelo estaba Roglic. Lamento que pierda la carrera de esta manera, pero esto también es ciclismo. Espero que se recupere pronto».

Descolgado el líder, Astana, equipo de Izagirre, movió piezas. «Intentamos seguir nuestra estrategia e hicimos una gran carrera. En la última subida estábamos todos en cabeza, trabajando duro e intentando hacer una selección para aislar a Schachmann. Ataqué, y también Vlasov realizó varios intentos. Pero con un ritmo tan rápido y en un perfil como el que teníamos, era imposible distanciarle ya que es muy fuerte en este tipo de finales».

Ion Izagirre valora el podio. «Estoy contento con mi tercer puesto. Esto es la París-Niza, una gran carrera. Voy en el camino correcto hacia mis mayores objetivos. Mi forma es buena, pero todavía espero mejorar algunas cosas para ser fuerte en las próximas carreras. Competimos muy bien como conjunto y es genial ganar la clasificación por equipos».

Jon Agirre (Kern Pharma) no concluyó ayer la París-Troyes, ganada por el francés Romain Cardis (Auber 93), quien impuso su punta de velocidad en el grupo cabecero de once ciclistas. Álex Jaime, 54º a 2:02, fue el mejor de los compañeros de equipo del arroarra.