«No sabía que Lafay había ganado hasta que he cruzado la línea de meta»

El Cofidis, una de las marcas más tradicionales en el ciclismo este siglo, no ganaba una etapa en su carrera de casa desde el 25 de julio de 2008, cuando Sylvain Chavanel venció en la antepenúltima etapa de aquella edición. «Así es», respondía Izagirre tras escuchar el dato, «y nuestro principal objetivo era ese, lograr una victoria de etapa. Llega en la segunda etapa, en Donostia, en casa… Mejor imposible».

El día ya estaba siendo muy especial para el ormaiztegiarra antes de la victoria de Lafay. «Todo el Tour está siendo especial. La presentación, la primera etapa de Bilbao, la de segunda de ayer... Está siendo un Tour de Francia muy cálido, todo el mundo gritando tu nombre o el de los corredores vascos. Estamos viendo todas las carreteras llenas, están llenísimas de público y es de agradecer tanto ánimo».

Izagirre itió que «en la primera etapa sufrí bastante», y aunque ayer «iba bastante mejor, antes de Jaizkibel ha habido muchos pinchazos. Según me han dicho los directores había chinchetas y es una pena que la gente no respete eso. He pinchado en el peor momento, y no he podido entrar de nuevo delante del pelotón, por lo que he guardado fuerzas para otro día».

Su compañero Victor Lafay ha sido la gran sorpresa del fin de semana. Fue el único en seguir a los dos grandes en Pike Bidea y ganó ayer. Preguntado por el francés, Izagirre declaraba que «en el equipo sabemos el potencial que tiene, demostró en Bilbao las piernas que lleva. Fue una pena no poder optar a la victoria porque los Yates se marcharon, pero en Donostia ha jugado sus bazas muy bien en el último kilómetro y ha podido llevarse la victoria. Para el equipo es un golpe de moral muy muy importante».