Van der Poel contemporiza de inicio para acabar arrasando

Sin embargo, cuando quiso, el campeón del mundo aceleró y volvió a evidenciar la diferencia de nivel entre él y el resto. Osó a responder a su ataque Laurens Sweeck, que se le pegó a rueda en los tramos más técnicos. Pero cuando hubo que recurrir a los vatios, el nieto de Poulidor hizo que las cosas volvieran a su cauce. Nadie sabe, solo el propio astro neerlandés, si una vez que tomó ventaja dosificó fuerzas o se limitó a lograr la victoria más apabullante posible. Su elegancia sobre la bici no permite distinguirlo. La renta final sobre el segundo fue de poco más de un minuto, pero la superioridad volvió a ser infinita.

En el podio, declaró que «la intención era tomármelo con más calma en la primera parte y funcionó. En las primeras vueltas no he rodado muy bien en la arena. También es un poco más difícil que cuando vas delante y puedes hacer tus propias trazadas». Consciente de la euforia generada entre los aficionados, advirtió de que «no siempre será coser y cantar». Lo cierto es que las esperanzas de un duelo más equilibrado pasan por el regrso de Wout Van Aert al barro. El belga iba a debutar ayer, pero renunció por enfermedad. Todos miran ya a la prueba de la Copa del Mundo de Gavere del jueves.